sábado, 10 de octubre de 2009

¿Otra vez la pobre 7a.?

Jacques Mosseri

El Tiempo, Bogotá

Octubre 10 de 2009


En EL TIEMPO del domingo 27 de septiembre, sección Bogotá, se hizo un análisis titulado 'A qué 7a. se le apuesta', relacionado con el transporte colectivo por este eje tradicional de Bogotá para reemplazar el actual desorden de buses y busetas semivacíos que inundan esta vía. Parece que la Administración en este momento se inclina por un transmilenio light, o sea, no tan complicado, con un solo carril en cada sentido y estaciones centrales entre la calle 31 y la Avenida Chile. Luego, entre esta Avenida y la calle 100 iría por los carriles de la derecha, con paraderos en los andenes laterales.

Todo este complique y la indecisión de si hacerlo como debe ser o si es mejor recortarlo y que funcione a medias nos está mostrando que lo que pasa es que el TransMilenio ni cabe por la 7a., ni hay plata para pagarlo y que, finalmente, tampoco va a resolver ningún problema. La 7a., ya lo dijimos en el año 2007, debería recuperar su carácter de vía emblemática con énfasis principalmente en la comodidad y la seguridad del peatón y con un paso relativamente lento de vehículos en cuatro carriles, dos en un sentido y dos en el otro, dándole al caminante los dos carriles restantes, convirtiéndolos en verdaderos andenes, con todo el mobiliario y la arborización que debe tener una vía importante y con espacio suficiente para paraderos de buses normales articulados y organizados, paraderos de taxis y bahías para descargue ocasional. Eso sí sería un aporte urbanístico positivo para la ciudad y para la gente de la carrera 7a. Las troncales de TransMilenio en estos casos crean heridas incurables en el tejido urbano de los sectores que atraviesan. Basta con ver lo que ocurrió en la Avenida Jiménez, que hoy en día, en vez de unir, divide y aísla el barrio histórico y tradicional de La Candelaria del resto del centro.

Sobre el transporte colectivo, por suerte ya se tiene el estudio de la primera línea del metro, gracias a la acertada consultaría de SENER-TMB, que recorre los corredores de mayor demanda de pasajeros y en lo que respecta a la 7a., la alimenta muy eficazmente desde la Estación de la Sabana y la Plaza de Bolívar, en pleno centro, tomando luego la carrera 13, que en su mayor trayecto va muy cerca y paralela a la 7a. y luego la carrera 11 hasta la calle 100. De ahí en adelante, el metro-tren continúa paralelo y cercano a la 7a. y llegará hasta la calle 170 y La Caro, recorriendo el esperado Plan Zonal del norte y uniendo la ciudad con la región en forma racional. ¿Por qué no dirigir toda la energía a ejecutar a la mayor brevedad estos proyectos que solucionan el transporte y la expansión de la ciudad a largo plazo para Bogotá y su región en vez de maltratar a corto plazo la pobre 7a.?

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