jueves, 8 de octubre de 2009

¿Pasará referendo reeleccionista?

Uriel Ortiz Soto

El Espectador, Bogotá

Octubre 8 de 2009

Ni el mismo Magistrado Humberto Sierra que avoca el conocimiento, sabe dar en los actuales momentos respuesta a tema tan delicado y espinoso de donde depende la estabilidad social, económica y política del País.

Para acabar de completar la incertidumbre, el Presidente de la Corte Constitucional, Nelson Pinilla, con justificada razón ha manifestado a los medios de comunicación, que su estudio no tendrá trámite de urgencia y puede demorarse entre cuatro y seis meses, dependiendo de la celeridad, claridad y prontitud de las pruebas solicitadas.

La pregunta: de si, pasará el Referendo Reeleccionista, continúa sin respuesta, y quien se atreva a lanzar juicios o afirmaciones en pro o en contra, entra en el campo de las especulaciones. Desde luego, es tema obligado y por cierto de inmensa preocupación. En reuniones, foros y seminarios, es agenda central. Se especula y se vaticina de lo que podría suceder en caso de que sea declarado inexequible, pero, ningún contertulio se atreve a lanzar un juicio definitivo. Indudablemente, la forma como fue aprobado por el Congreso de la República, ha generado toda serie de suspicacias y preocupaciones en la vida nacional, pero especialmente, en la confianza inversionista de nacionales y extranjeros, la razón es muy sencilla: estamos transitando por un túnel oscuro y sin salida. En estas condiciones nadie se atreve a tomar decisiones de fondo.

Todo indica que antes de pasar para debate final a la Sala Plena de la Corte Constitucional, tendrá que sortear una serie de pruebas ante las diferentes instancias del Estado del marco institucional que lo regula:

1º- La Registraduría Nacional del Estado Civil; tendrá que certificar que cada una de las etapas del trámite legislativo, se cumplieron dentro del reglamento normativo de las respectivas comisiones, y plenarias de Senado y Cámara.

2º- El Consejo Nacional Electoral; sobre la legalidad de la financiación de la iniciativa ciudadana que le dio su origen, puesto, que tiene serios cuestionamientos contra el Comité Promotor, por violación al tope de aportes para la recolección de firmas.

3º- La Fiscalía; sobre la investigación relacionada con la financiación y trámite de la iniciativa, lo mismo que contra congresistas y funcionarios del alto gobierno que han sido denunciados por presunto prevaricato.

4º- La Corte Suprema; deberá pronunciarse sobre las denuncias presentadas contra Congresistas, que infringieron alguna norma en el trámite.

5º- La Procuraduría General de la Nación: para que el Jefe de Ministerio Público, se pronuncie sobre la exequibilidad, conveniencia o no del Referendo Reeleccionista.

Todos sabemos también que varias organizaciones ONG, y ciudadanos independientes han interpuesto Acciones de Tutela, pidiendo que se declare inexequible, a las cuales hay que darle los trámites correspondientes. Estas serán algunas de las principales pruebas que tendrá que sortear, para ser declarado Constitucional, o no, por la Honorable Corte Constitucional.

En todo este tiempo que ha transcurrido durante el trámite legislativo y el que pueda transcurrir entre su estudio, el País, ha entrado en una especie de interinidad, con grave deterioro para sus instituciones y menoscabo de la Seguridad Jurídica. De continuar como vamos, muy pronto llegaremos al limbo jurídico, lo que implicaría el descalabro final, puesto que tendrá graves repercusiones, especialmente económicas.

Sin embargo, sería ilógico exigir a la Honorable Corte Constitucional, que apure su pronunciamiento, puesto que, el trámite está regulado por un conjunto de Normas Constitucionales. Muchos analistas conceptúan que si no ocurre antes de finalizar el presente año, muy seguramente todo se va por la borda y tendremos que mirar otras opciones para despejar el panorama político, que se encuentra por cierto obnubilado.

Hay que reconocer que el camino no está expedito. Todo el País presenció tan doloroso parto legislativo. Fue necesario intervenir a varios Padres de la Patria, para extraerles el voto por cesárea. Aún no se reponen de las suturas mentales y lavativas que les hicieron. En los actuales momentos, se encuentran refugiados en los laberintos de su conciencia, especulando de cuál será su futuro político, si la Corte Suprema de Justicia, resuelve llamarlos a indagatoria por el presunto delito de prevaricato.

Según me comentó la esposa de uno de ellos, el pobre padece de insomnio y constantemente sufre de sobresaltos, previendo que de un momento a otro corra la misma suerte de sus colegas que se encuentran en la cárcel de la picota, alimentando gallinas, recogiendo huevos y sembrando verduras, con el fin de justificar algún trabajo que les aminore la condena.

Definitivamente Colombia es un País único y excepcional en el universo, con una democracia tan casquivana, que según informes de última hora, existen varios políticos extraterrestres, interesados en venir a aprender todas las marrullas de los nuestros, para ponerlas en práctica en sus feudos, con la absoluta seguridad de que hasta el Padre Eterno se hará el de la vista gorda.

Todo este debacle, por falta de un Estatuto Político, claro y coherente con las exigencias del pueblo y de los electores.

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