miércoles, 7 de octubre de 2009

Referendo, al pasito tun tun

Editorial

El Mundo, Medellín

Octubre 7 de 2009

¿Qué saldrá de allí? Lo más probable es que los promotores del referendo se salgan por ahora con la suya.

Ayer se filtró a un diario capitalino que la notificación oficial que hará hoy el Consejo Nacional Electoral sobre las cuestionadas cuentas del referendo re-reeleccionista es que, después de un año de investigar el tema, su Sala Plena no consiguió la mayoría calificada - de por lo menos seis votos contra tres – para ordenar la formulación de pliego de cargos contra los promotores del embeleco, como lo propone en su ponencia el magistrado investigador, Joaquín José Vives. Hace unos meses, con ocho de los nueve votos, la misma Sala Plena del CNE había determinado abrir investigación contra Primero Colombia y el Comité Promotor del Referendo, encargados de la recolección de las firmas.

Según trascendió, cuatro magistrados votaron a favor: aparte del doctor Vives, lo hicieron su copartidario liberal Marco Emilio Hincapié y los dos que representan a Cambio Radical: Adelina Cobo y Carlos Ardila Ballesteros. Y en contra de formular cargos por irregularidades en las cuentas del referendo estuvieron los magistrados Oscar Giraldo y Pablo Gil De La Hoz, del Partido de la ‘U’; Juan Pablo Cepero y Héctor Osorio Isaza, del Partido Conservador y Ciro Muñoz, del movimiento Alas. El resultado de la votación no nos sorprende, ni vamos a pensar por ello que hay allí algo subyacente u oscuro. Es la lógica política lo que allí se impuso, aunque no deja de ser interesante conocer los argumentos jurídicos con los que el magistrado ponente, que seguramente es quien mejor conoce el expediente, respaldó su proposición de enjuiciar a los señores del Comité Promotor del Referendo por supuesta violación de los topes de las contribuciones y otra serie de irregularidades, para no hablar de las dudas sobre la procedencia ilegal de algunas contribuciones, ampliamente publicitadas.

Al magistrado Hincapié le preguntaron: ¿Qué tan politizado está el Consejo electoral?, y respondió con toda franqueza: “... por su génesis, el Consejo Nacional Electoral es elegido por el Congreso en pleno, donde tienen asiento los partidos políticos; ellos los eligen mediante el sistema de la cifra repartidora. Hasta ahí podríamos decir que hay una incidencia en la estructura del Consejo por ser elegidos por los congresistas, tanto es que hay que hacer una campaña previa con los congresistas y con los partidos para que escojan entre los inscritos, que son los que pertenezcan a los partidos y tengan grandes conocimientos jurídicos y constitucionales”. Sería ingenuo esperar, pues, que ese organismo - más que cualquier otro alto tribunal – no fuera un escenario más de la confrontación entre re-reeleccionistas y anti-re-reeleccionistas y por eso, muy sabiamente, los constituyentes del 91 determinaron que sus decisiones fundamentales debían ser por mayoría calificada, en este caso, por las dos terceras partes de sus miembros.

Tan seguros estaban del resultado de la votación, que desde el 30 de septiembre pasado la Sala Plena expidió la resolución 0897, en la que confirma la elección de 18 conjueces para dirimir el diferendo. No creemos que vaya a pasar nada distinto con los conjueces, pues es casi seguro que llegan también con el voto definido y a la hora de la votación se va a reflejar la misma proporción en la afiliación política que ya se dio en la Sala Plena. Más que el problema de conciencia que puedan tener los conjueces por el sentido del voto, si éste es político o jurídico, es el problema del plazo perentorio que tienen para pronunciarse, pues, a la Corte Constitucional deberán llegar, a más tardar la próxima semana, más de 30 pruebas relacionadas con la manera como se tramitó el referendo de reelección presidencial, provenientes del Congreso, la Fiscalía, la Procuraduría, la Registraduría, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Nacional Electoral. A éste último, la CC le pidió un informe sobre la investigación relacionada con la financiación de la iniciativa popular, especificando los topes de financiación de la campaña, el estado actual de la investigación y las decisiones adoptadas por ese organismo.

¿Qué saldrá de allí? Lo más probable es que los promotores del referendo se salgan por ahora con la suya, pues son muy remotas las posibilidades de que una mayoría calificada de conjueces avale la proposición del doctor Vives de elevar cargos contra ellos, lo cual sería otro pasito adelante, que no implica que puedan cantar victoria. En efecto, todo lo que produzca el CNE es apenas parte del material probatorio sobre el cual basará la Corte Constitucional la sentencia que dará vida – o muerte – a la segunda reelección. Y si sigue con vida, continuará la formidable carrera de obstáculos, que, según muy serios analistas, ya está perdida. Sobre este tema volveremos muy pronto.

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