Vientos de guerra

William Mebarak

El Heraldo, Barranquilla

Octubre 21 de 2009

El presidente de la vecina Venezuela empezó la carrera armamentista desde hace diez años adquiriendo de Rusia y otros países los más modernos y mortíferos armamentos de aire, mar y tierra dotados de la más avanzada tecnología ‘de punta’ que ningún otro país de la región ha soñado tener.

Pretende que otros países como Colombia y el Perú, que están en la mira de su proyecto de unificación comunista, estén desarmados y desprevenidos, valiéndose de su acostumbrada dialéctica marxista-leninista-castrista con la que pretende convencer a los países latinoamericanos de sus buenas intenciones: “solo quiere estar preparado para una posible intervención de los Estados Unidos”.

La Historia podría estar repitiéndose: Hitler invitó al ministro inglés Chamberlain a un encuentro cordial en la ciudad de Berlín para limar asperezas producidas por falsas versiones de guerra.

El ministro inglés regresó a Londres contento y a salvo de suspicacias y malos entendimientos que habían sido propalados por la prensa. ¡No habrá nunca guerra!

Pero no había pasado una semana cuando los invencibles ejércitos nazis invadieron a la inerme Polonia y ese bocado le abrió las fauces devoradoras al régimen dictatorial del Tercer Reich para continuar con la larga cadena de invasiones, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, los Países Bajos, norte de África y seguir imparable en su prodigiosa trayectoria de convertir a Europa en un solo predio del imperio alemán.

Los ingleses se durmieron cuando Hitler provocó en el ministro inglés un estado onírico que facilitó su macabro proyecto al conseguir que los ingleses se tragaran el ‘cuento chino’.

Rudolf Hommes, en un breve pero objetivo análisis, expone dos encontradas y diferentes teorías que asisten a Chávez y a Lula para estar en desacuerdo con la instalación de bases militares en territorio colombiano: “ambos están en Unasur con el propósito de ejercer un grado de hegemonía económica, política y hasta militar en el continente. Chávez no esconde su propósito de unificar los antiguos países bolivarianos y someterlos al modelo socialista que ha impuesto en Venezuela”… “Brasil está ingresando a las Ligas Mayores al lado de Rusia, India y China, en el grupo de países que podrían convertirse en las potencias dominantes de sus regiones, la India y la China ya fueron aceptados en el Club Atómico. Brasil ahora se está preparando para hacerse sentir y se está armando”.

Resumiendo el concepto de Hommes, Brasil aumenta cada vez más su capacidad de influencia y de intervención “y no quiere otras potencias dentro de su campo de acción”, se refiere a Venezuela. Su campo de influencia es el cono sur.

El peligro para la región nos puede llegar en una infusión de hipnosis con demagogia que Chávez sabe bien mezclar y que estaría dirigida a los gobernantes incautos que le siguen los pasos al petróleo de Venezuela y a las generosas donaciones del presidente venezolano. La infusión será también servida en sectores de población que en nuestras naciones latino-americanas han sido golpeados por el desempleo, ‘caldo de cultivo’ para las ideas de extrema izquierda que alimentan grupos que reciben con avidez política las promesas contenidas en los discursos del presidente venezolano, que éste derrama desde sus balcones a través de sus furibundas diatribas y contaminante oratoria.