sábado, 2 de enero de 2010

Molestias del pasado

Raúl E. Tamayo G.

El Colombiano, Medellín

Enero 2 de 2010

Recordaba estos días a mi primo Ricardo Gaviria que decía: "Nosotros nacimos en una época equivocada. Debimos nacer en la edad media para ponernos armaduras y usar espada al cinto".


Tal vez impresionado con ese recuerdo de mi pariente, que en verdad era un caballero, soñé por la noche que íbamos los dos cabalgando en briosos corceles, cubiertos de pies a cabeza con armaduras de hierro, yelmos con penachos de plumas y con visera metálica. Los caballos también, protegidos con pesadas armaduras y alfombras de colores. Sin temor alguno esperábamos ansiosos encontrarnos con el enemigo.


Yo había levantado la visera de rejilla para ver mejor el camino, cuando se me entró una mosca al yelmo y empezó a zumbar en los oídos. Las noches anteriores habíamos dormido en posadas humildes que no tenían baño (ninguna lo tenía en esa época) y el aseo incipiente de las camas nos había hecho receptores de pulgas que con el ingreso de la mosca se alborotaron. No se sabía qué era peor, si la mosca tratando de entrar por el oído o las pulgas picándome las nalgas y alrededor de la cintura. Miré a Ricardo Adolfo y lo vi contorsionándose pero sin quejarse. Un caballero dispuesto a enfrentarse a un ejército enemigo no se iba a rebajar por el ataque humillante de tres pulgas y una mosca. Lo peor era no poder rascarse, porque la armadura no lo permitía. Quitarnos la protección era darle papaya al enemigo. Horrible pesadilla que terminó al despertarme.

Al ver la luz del día reflexioné sobre mi sueño. Es muy claro que no "todo tiempo pasado fue mejor", como nos han dicho los viejos. El país atemorizado y encerrado en las ciudades por temor al secuestro y los ataques de la narcoguerrilla, la destrucción y toma de municipios por los facinerosos comunistas ya es asunto del pasado porque tenemos a un caballero andante que se llama Álvaro Uribe Vélez que en siete años de gobierno ha hecho cambiar el modo de vivir de los colombianos.


La armadura es la democracia que nos protege al caballero de la opinión internacional, pero permite que algunos bichos, amparados en la misma armadura, mortifiquen al defensor del pueblo colombiano y le hagan insoportable su tarea.


Si el lector no ha identificado las pulgas y la mosca, yo le daré mi propia interpretación. Si el enemigo es el comunismo disfrazado de Farc y el ELN, la mosca es la Corte Suprema y las pulgas y piojos son Piedad Córdoba, el profesor Moncayo, los periodistas de Semana , de laW, Cambioy El Espectador . Feliz año a todos y que Dios nos prolongue el mandato de la Seguridad Democrática.


ÑAPA . Maravilloso artículo de Darío Ruiz publicó El Mundo el lunes pasado. En ese escrito le enseña al incendiario columnista Víctor Arteaga, que predicar el odio "en tono colérico no es propio de un ser razonable". Este señor Arteaga admira a Nicolás Castro por haber incitado a asesinar a Jerónimo, hijo del presidente Uribe y defiende a Massimo Tartaglia por haber atentado contra Berlusconi. Arteaga también ha defendido a Piedad Córdoba de las críticas que Elbacé y toda Colombia le han hecho por sus actos.

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