jueves, 14 de enero de 2010

Un gran honor para Colombia

Editorial

El Mundo, Medellín

Enero 14 de 2010

La pregunta del millón y un poco interesada es, ¿qué puede esperar Colombia bajo la presidencia del PMA del ex ministro cartagenero?

Al comenzar la semana tuvimos la grata noticia de que el embajador de Colombia en Italia, doctor Sabas Pretelt De la Vega, fue seleccionado como candidato único a ocupar la presidencia de la poderosa Junta Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, PMA, de las Naciones Unidas, con sede en Roma, de la cual hacen parte representantes de 36 estados miembros. La presidencia es una dignidad que se ejerce por un año en forma rotativa y esta vez los representantes del área de Latinoamérica y El Caribe postularon al doctor Pretelt de la Vega para reemplazar al diplomático ruso, Vladimir V. Kuznetsov.

El doctor Pretelt De la Vega, cuyo nombramiento será ratificado en la próxima reunión del organismo, será el primer colombiano en desempeñar tan importante posición. El hecho de que su elección haya sido por el voto unánime de sus colegas latinoamericanos y caribeños, aparte de una prueba de confianza en sus capacidades, es una demostración palpable del respeto y el liderazgo que ha ido ganando Colombia en la región y un reconocimiento a su buena imagen internacional de país serio y comprometido con las grandes causas de la humanidad, entre las cuales la lucha contra el hambre, a través del PMA, es una de las empresas medulares de las Naciones Unidas, en la cual se ejecuta actualmente un presupuesto bianual de 11.200 millones de dólares, que lo hace, de lejos, el organismo internacional humanitario más grande del mundo. Sin embargo, son de tal magnitud las necesidades en ese frente, que cualquier presupuesto resulta insuficiente, como declaró el doctor Pretelt, quien se ha trazado como una de sus metas en la presidencia, aumentar progresivamente esos recursos, “hasta que los países tengan capacidad para ir reemplazando la asistencia humanitaria internacional”.

Ahora que va a estar Colombia en la Presidencia de su Junta, conviene tener presente que el PMA tiene además una Dirección Ejecutiva, cuyo titular es nombrado conjuntamente por el Secretario General de la ONU y el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, por un período de cinco años. La actual Directora Ejecutiva, la estadounidense Josette Sheeran, fue nombrada en 2007 y es apoyada en su trabajo por cuatro Directores Ejecutivos Adjuntos. Según se explica en su página web, el último plan estratégico que aprobó la Junta Ejecutiva en 2008, marca un cambio histórico en su orientación, pues dejó la línea meramente de ayuda, para convertirse en un organismo de asistencia alimentaria, con mejores herramientas para responder a las necesidades críticas causadas por el hambre, pandemia mundial que mata más personas que el sida, la malaria y la tuberculosis juntas. Un par de datos apabullantes: cada seis segundos muere un niño por causas relacionadas con el hambre y, ahora mismo, 1.020 millones de personas en el mundo la padecen. Por eso el doctor Sabas Pretelt dice que el principal empeño de la Junta durante su presidencia será sembrar conciencia global acerca de que éste y no otro, es el principal problema de la humanidad, y que así como se atendió con cuantiosos recursos la solución de la crisis financiera, se debería enfrentar el de la hambruna que hoy afecta a muchos países, y más gravemente a los del África subsahariana.

El año pasado, el PMA brindó asistencia alimentaria y nutricional a más de 108 millones de personas en 77 países, poniendo especial atención en mujeres cabezas de hogar y en infantes y niños en edad escolar que padecen hambre y malnutrición en grado extremo. Entre los beneficiarios también están las víctimas de guerras y catástrofes naturales, como la que ahora afecta de manera espantosa, por cuenta del devastador terremoto del martes, al paupérrimo pueblo haitiano, hacia el cual comenzaron a dirigirse ayer las ayudas internacionales, empezando por las 86 toneladas de alimentos que ayer envió el PMA desde su centro de emergencia en El Salvador para paliar el hambre de los sobrevivientes. Se trata de porciones de alimentos de alto contenido calórico, listas para comer, que pueden ser consumidas de inmediato por aquellos que no cuentan con instalaciones para cocinar, que perdieron sus hogares o que ya no pueden alimentarse por sí mismos.

La pregunta del millón y un poco interesada es, ¿qué puede esperar Colombia bajo la presidencia del ex ministro cartagenero, aparte de la generosa ayuda que recibió en años pasados para emergencias, como la que implicó el terremoto del Eje Cafetero y la atención de población de algunas zonas afectadas por el hambre y la desnutrición crónica? Él mismo lo explica: “En algún momento se tomó la decisión de no hacer más donaciones a países de ingresos medios y, por el impulso que le ha dado el presidente Uribe al país, se planteó que no seríamos posibles beneficiarios. Pero en el seno de la junta logramos demostrar que Colombia, a pesar de sus progresos, todavía tiene regiones muy deprimidas como la Costa Pacífica. De ahí que nos hayan aprobado 100 millones de dólares, la suma más grande que se le ha ofrecido a Colombia de este organismo en toda su historia”.

Por el honor que representa para Colombia y por tratarse de un merecido triunfo en su carrera diplomática, no podemos menos que felicitar al doctor Sabas y desearle el mayor de los éxitos en su liderazgo de la lucha contra el hambre en el mundo.

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