Editorial
El Colombiano, Medellín
Enero 4 de 2010
Un avance significativo en el manejo macroeconómico del año 2009 es el anuncio por parte del Ministerio de Hacienda de que se ha constituido un grupo técnico intergubernamental para diseñar las características que debe tener una regla fiscal. Este es un proyecto cuya elaboración tomará varios meses, mientras se evalúan las implicaciones técnicas, jurídicas y administrativas del texto definitivo que sería puesto a consideración de la opinión pública y del Congreso Nacional durante el primer semestre del 2010.
Disponer de una regla fiscal le brindaría al país el instrumento adecuado para equilibrar las finanzas del gobierno central y contribuiría a obtener el deseado grado de inversión. Lograr la aprobación de una reforma que facilite la tarea de los próximos gobiernos constituiría un duradero legado de la gestión de Oscar Iván Zuluaga en el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
La regla fiscal es una norma vinculante que establece determinados parámetros para el manejo del gasto público con el fin de garantizar la estabilidad macroeconómica de largo plazo y permitir la reducción del endeudamiento externo. Lo que se propone para Colombia, como objetivo fiscal del gobierno central, es un superávit primario estructural de 1% del PIB. Por superávit primario se entiende un excedente de ingresos fiscales respecto al total de gastos, con la excepción del pago de intereses por concepto de la deuda pública.
El término estructural indica que el cálculo respectivo debe tener en cuenta el efecto del ciclo económico. Una regla fiscal bien diseñada conduciría a que el gobierno adopte un comportamiento en materia de gasto público similar al manejo presupuestal de una familia prudente. Durante períodos de bonanza, se acumulan excedentes con el fin de poder acudir a esos ahorros en épocas de adversidad. Ese mecanismo le permitió al gobierno chileno poner en marcha un ambicioso programa de gasto para enfrentar la crisis internacional, sin necesidad de aumentar el endeudamiento público.
Se estima que de haber existido una regla fiscal en Colombia a principios de esta década, el gobierno central habría podido efectuar ahorros por una suma equivalente al 0.7% del PIB anual durante el período 2001-2006. Estos ahorros habrían permitido reducir en tres puntos del PIB el nivel de la deuda gubernamental. (Para mayor información sobre este tema ver: Regla Fiscal Cuantitativa para Consolidar y Blindar las Finanzas Públicas de Colombia, por Ignacio Lozano, Hernán Rincón, Miguel Sarmiento y Jorge Ramos, Revista de Economía Institucional, Vol. 10, N.° 19; y Conveniencia de una Regla Fiscal de Balance Estructural para Colombia, por Hugo López, Remberto Rhenals, Jesús Botero y Christian Posso, Borradores de Economía N.° 497, 2008, Banco de la República.)
El objetivo de una regla fiscal que convoque el necesario consenso político y social es garantizar un manejo macroeconómico prudente como condición indispensable para darle al país una trayectoria de crecimiento autosostenido. La adopción de una regla fiscal en Colombia produciría estabilidad fiscal de largo plazo, permitiría ejecutar una política económica anticíclica y contribuiría a proteger el nivel de la tasa de cambio real.
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