jueves, 21 de enero de 2010

Un apretón fiscal oportuno

Editorial

El Colombiano, Medellín

Enero 21 de 2010

El pasado lunes 18 de enero el Gobierno nacional anunció el plan de ajuste fiscal para el presente año. En dicho plan, el Gobierno, a través del Ministro de Hacienda y Crédito Público, se compromete a no arriesgar la sostenibilidad fiscal del país y a garantizar la misma. Para ello se propone, para 2010, hacer los ajustes necesarios para asegurar una meta de déficit fiscal del Gobierno central consolidado del 4,5 por ciento del PIB, que se ubica ligeramente por encima del correspondiente déficit del año 2009 que fue del 4,1 por ciento.

El ajuste está motivado, esencialmente, por la fuerte contracción que han sufrido los ingresos fiscales de la Nación como resultado de la crisis económica que ha llevado a una caída en el crecimiento. Para ello se ha propuesto el recorte, por valor de 4,2 billones de pesos, en los gastos de inversión y de funcionamiento. En inversión, todos los sectores se verán afectados, aunque se habla de que programas sociales, como Familias en Acción, no sufrirán recorte alguno. En funcionamiento, se limita el incremento salarial de los empleados públicos al 2 por ciento y no se suplirán las vacantes de las entidades públicas.


El anuncio del ajuste fiscal se da en momentos en que el panorama económico del país para los próximos meses no está totalmente despejado.


Así, los mercados financieros se muestran nerviosos con el comportamiento de las tasas de los títulos de deuda del gobierno nacional (TES), con la tendencia revaluacionista que presenta la tasa de cambio en lo corrido del presente año y con la presión inflacionaria al alza que se espera como resultado del impacto en la producción agropecuaria del fuerte verano y de las heladas.


A lo anterior se suman los resultados de las encuestas que periódicamente realiza Fedesarrollo y que, a diciembre de 2009, indicaban que la evolución del consumo privado y la del índice de confianza de la economía no logran mantener su tendencia al alza. Sin embargo, estas mismas encuestas muestran una leve mejoría en las expectativas de crecimiento para los próximos seis meses.


Aunque algunos analistas consideran que la decisión del ajuste fiscal es una medida necesaria, otros opinan que el tamaño del ajuste es relativamente pequeño y que, por ende, poco afectará el crecimiento económico del presente año. En todo caso, el Gobierno parece estar enviándoles señales a los mercados con el fin de tranquilizarlos tanto en materia de TES como de la tasa de cambio, al tiempo que asegura que la disciplina fiscal se mantiene, en momentos en que la situación de ingresos fiscales se ha deteriorado de forma tan abrupta y que el país se embarca en un semestre de elecciones presidenciales y para el Congreso.

Infortunadamente, todo esto ocurre en momentos en que la economía colombiana requiere de una fuerza, como la que podría venir del gasto público, que la impulse y le ayude a superar, de manera definitiva, la crisis de crecimiento que ha debido soportar durante los últimos meses.


Así, están dadas las condiciones para que el sector privado, a través de una mayor inversión, logre la reactivación de la economía y de esta manera pueda contribuir a que el menor gasto público no agrave la situación del empleo en el país.

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