sábado, 16 de enero de 2010

¡Y el Oscar va para...!

Cristina De Toro

El Colombiano, Medellín

Enero 16 de 2010

Hay quienes piensan que como Colombia no se enteró oportunamente de la presentación del video documental de las Farc-EP, Insurgencia del siglo XXI, en la 3ª Muestra de cine Documental DOCA, realizado en noviembre del año pasado en Buenos Aires, Argentina, en el que de la manera más cínica y descarada que uno pueda imaginar, los guerrilleros se muestran como abnegados campesinos que trabajan la tierra para sustentar su causa revolucionaria, el Gobierno, entonces, se ha debido quedar callado dizque para restarle importancia.


Yo, por el contrario, estoy completamente de acuerdo con la postura que asumió la Cancillería colombiana al pedirle a la comunidad internacional que prohíba la exhibición de cualquier video elaborado por las Farc o que haga apología de ese movimiento de terroristas, era lo menos que podía haber hecho.


Si en un país como Argentina, que se mantiene al tanto de nuestro diario acontecer y que además, ha padecido en carne propia el rigor de la violencia por distintas causas (Montoneros, Hezbolá contra la comunidad judía, dictaduras militares, etc.), y cuyas cicatrices aún son palpables, consiguieron el día del estreno o, mejor dicho, del reestreno porque parece que ya lo habían mostrado en Venezuela, engatusar a más de un centenar de espectadores que salieron enamorados de la causa guerrillera y convencidos de que el grupo deriva su sustento del cultivo del cacao, café, papa, yuca y lulo, ¿qué ocurriría si el falaz video es presentado en Europa como han amenazado que lo harán?


Solamente con imaginar lo que pueda pensar un espectador de cualquiera de los países Nórdicos, donde han idealizado y sienten una particular atracción por el movimiento terrorista y donde tienen organizaciones que les brindan apoyo económico, me produce desconcierto y mucha rabia.


Cuándo será que todos esos idiotas útiles que viven en países con un muy buen nivel de vida, donde los ciudadanos cuentan con grandes beneficios sociales, con subsidios para casi todo, entenderán que ningún niño campesino, ningún labriego y ningún soldado mutilado, están así por haber pisado una de las yucas que siembra la guerrilla de las Farc en los campos colombianos. Que estar secuestrado es completamente distinto a estar invitado a unas largas y emocionantes vacaciones ecológicas. Que la única variedad de papa que ellos saben sembrar, es la papa explosiva que hacen detonar en las revueltas universitarias.


El video documental Farc-EP, Insurgencia del siglo XXI, con el que los terroristas buscan su legitimación y que les concedan el estatus de beligerantes, no solamente es mentiroso sino mal hecho. A los actores naturales se les nota cuando bajan la cabeza para evitar la risa, los encargados de la utilería y ambientación olvidaron que la tierra se remueve con azadones y no con fusiles AK-47. Olvidaron también, que cuando se vive escondido para sobrevivir, usar camisetas rojas se convierte en un blanco perfecto. Sin embargo, como la producción fue hecha por extranjeros y recibió tantísimas alabanzas en Argentina, nada raro que estén soñando con aquella famosa frase que dice: ¡Y el Oscar va para?!

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