martes, 10 de marzo de 2009

Realidades del mercado laboral colombiano

Por Stefano Farné*

Portafolio, Bogotá

Marzo 3 de 2009


En estos últimos días se ha abierto una discusión entre oposición y Gobierno acerca de algunos temas fundamentales en materia laboral. Esta nota pretende participar en el debate proporcionando algunas aclaraciones.


Indicador líder. Ya desde los años 60 del siglo pasado existe consenso entre los economistas del trabajo en cuanto a que la tasa de ocupación es el principal indicador del estado del mercado de trabajo.


De hecho, el desempleo y la tasa de desempleo resultan afectados por fenómenos de oferta -el trabajador adicional y desalentado, de los cuales hablaremos en seguida- que ofuscan la correcta interpretación de los resultados laborales.
 


La tasa de ocupación consiste en la relación entre ocupados y población en edad de trabajo. Intuitivamente, representa la probabilidad de parte de un colombiano mayor de 12 años de estar trabajando. A nivel nacional, la tasa de ocupación está disminuyendo desde agosto del año pasado.


Trabajador desalentado. El ciclo de la economía tiene efectos sobre la participación laboral de los individuos que toman el nombre de efecto del trabajador adicional y del trabajador desalentado.


En el caso de una desaceleración económica, por ejemplo, el 'trabajador desalentado' genera disminución de la participación y del desempleo, porque la gente se cansa de buscar trabajo y se autoexcluye de la fuerza laboral; al contrario, el 'trabajador adicional' hace que la participación aumente, de la mano con el desempleo.


Las comprobaciones empíricas internacionales han demostrado que estos son fenómenos que afectan, sobretodo, a los miembros secundarios del hogar, es decir, a los hijos, los cónyuges y los pensionados. De manera que, el 'trabajador desalentado' es una característica de la fuerza de trabajo joven y tiene connotaciones de corto plazo.
 


Los desocupados ocultos, es decir, los que no han buscado un empleo durante el último mes, pero que hicieron una diligencia para conseguir trabajo durante el último año, vienen disminuyendo desde agosto del 2007. Esto es indicio de desaliento en el mercado de trabajo colombiano.


La promesa de 6 millones de cupos en formación para combatir el desempleo. A este respecto el profesor Hugo López sostiene que las cifras de cupos de formación del Sena esconden un 20-30 por ciento de duplicaciones (personas a las cuales se les atribuyó más de un cupo), y cursos de muy corta duración, muchos de los cuales con intensidad inferior a las 40 horas.


En el 2007, sólo el 3,9 por ciento de estos cupos correspondían a graduados de cursos académicos acreditados de técnico o tecnólogo. También vale la pena reflexionar acerca del exiguo impacto ocupacional de otros programas que con frecuencia citan las fuentes gubernamentales.


Por ejemplo, el Fondo Emprender en su última convocatoria financió la creación de apenas 1.014 empleos. Igualmente, sólo un 10 por ciento de los colombianos que se inscribieron en el servicio de intermediación del Sena entre el 2005 y el 2008 encontraron trabajo. Por su lado, las Cajas de Compensación se han comprometido a generar 4.200 empleos... Y los colombianos desempleados son más de 2 millones.


En conclusión, es necesaria una buena comprensión de lo que está pasando en el mercado de trabajo para hacer frente a la magnitud del problema del desempleo colombiano. 


* Observatorio del Mercado Laboral, U. Externado

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