Por Raúl Lombana Hernández
Blogs Eltiempo.com, Bogotá
Agosto 31 de 2009
El libro de
Pues bien, los dos personajes citados en el título de la reflexión, últimamente actúan como si estuvieran en las épocas de las vacas flacas. Las vacas gordas de ellos ya pasaron hace más de siete años, tiempo en el cual disfrutaron de las viandas del poder sin inmutarse que sus malas actuaciones, durante su paso por los puestos de poder, trajeron consecuencias funestas para el país y el pueblo colombiano.
Uno de los personajes es el ex presidente Gaviria. Este ocupó el Solio de Bolívar durante los años
Siguiendo con el ex presidente, durante años vivió épocas de vacas gordas. Siempre estuvo en los círculos del poder. Su paso por estos puestos de importancia nacional no le significaron beneficio alguno a la sociedad, todo lo contrario, el pueblo colombiano tiene malos recuerdos de este dirigente. Durante los años que estuvo al frente de la presidencia, el país se descuadernó completamente. Aún hoy se sienten las consecuencias funestas de la apertura económica que llevó a la quiebra a miles de industriales y comerciantes colombianos. En el terreno de la seguridad ni de que hablar. Durante su mandato los grupos terroristas se fortalecieron hasta el punto de llevar a la institucionalidad colombiana al borde del colapso. El dolor y el terror cundieron en toda la nación.
Ahora bien, mientras Gaviria se regodeaba en el poder, millones de colombianos huían despavoridos del país para salvarse de los ataques inclementes que perpetraban las estructuras criminales. Miles de compatriotas tuvieron que emigrar a otros países, debido a las pocas garantías que había en Colombia para vivir sin riesgo de ser asesinado. Aún se recuerdan los pactos secretos que hizo con organizaciones al margen de la ley para contrarrestar a otras organizaciones delincuenciales. No se podía dejar de mencionar que el ex presidente fue el artífice y padre putativo de las "Convivir", hoy pretende escurrir el bulto de esa paternidad. En fin, serían innumerables los casos de corrupción y otras actuaciones funestas que tuvo que soportar el país por cuenta del ex mandatario.
El otro personaje en cuestión es Rafael Pardo quien también ha ocupado importantes cargos, pero de los cuales el pueblo colombiano nunca se benefició. Lo único que recuerda el colombiano del común de sus ejecutorias fue la reinserción que hizo de combatientes de grupos armados para que automáticamente ocuparan cargos en la vida pública nacional. Durante el tiempo que ejerció como Consejero para
Por eso es que la asociación de estos dos personajes produce desconcierto al interior de la sociedad colombiana.
Hoy verlos aliados, como en el pasado, buscando obtener de nuevo el poder los asimila a la pesadilla que tuvo el Faraón. Sus épocas de vacas gordas pasaron hace rato, de ahí que estén hambrientos de poder. Los tiempos en que manejaban el erario a sus anchas parecen traerles recuerdos que desean volver a vivir.
Hoy verlos aliados, como en el pasado, buscando desacreditar las ejecutorias del gobierno del presidente Uribe los asimila a la pesadilla que tuvo el Faraón. Debido a su incapacidad e ineptitud, para aglutinar el respaldo del pueblo colombiano, han iniciado un periplo de desprestigio en contra del mandatario.
Hoy verlos aliados, como en el pasado, buscando fraguar alianzas con personajes tan disimiles, para convertirse en un estorbo del progreso de la nación, los asimila a la pesadilla que tuvo el Faraón. El pueblo colombiano no sale de su asombro al ver a tan cuestionados personajes, hoy actuando como paladines de la justicia y la moral.
Hoy verlos aliados, como en el pasado, buscando derrumbar por todos los medios posibles los logros del gobierno los asimila a la pesadilla que tuvo el Faraón. Debido a que sus ejecutorias cuando ocuparon los cargos de poder fueron funestas para la sociedad, ahora recurren sin ningún tipo de pudor a oponerse a cualquier iniciativa que le permita desnudar sus ineptitudes.
Así que estos dos ilustres personajes que vivieron sus épocas de vacas gordas y disfrutaron de las mieles del poder, hoy, ante el escaso respaldo que tienen al interior de la sociedad, rumian su odio visceral en contra del gobierno y del pueblo colombiano.
Por último, verlos en una cruzada para oponerse a la iniciativa popular del referendo produce grima, parece que aún los recuerdos de cómo consumían las viandas que les proporcionaba el poder los lleva a delirar y atacar la voluntad del pueblo colombiano. Parece que no pudieran soportar 4 años más de vacas flacas.
La ñapa: En caso de que la iniciativa popular sea malograda por los enemigos de ella, Juan Manuel Santos y Andrés Felipe Arias (Presidente-Vicepresidente) se convierten, sin lugar a dudas, en la alternativa que tiene el pueblo colombiano para que no se reviertan los avances que ha tenido el país. Cómo se dice popularmente, señores calienten que les está llegando su turno.
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