Editorial
The Washington Post
Lunes, agosto 24 de 2009
(Traducción Blog Debate Nacional)
En el curso del mes pasado, el Presidente venezolano Hugo Chávez fue denunciado como proveedor de armas avanzadas a un grupo terrorista que procura derrocar al gobierno democrático de Colombia. En su propio país, él ha cerrado 32 emisoras independientes de radio. Su Asamblea Nacional de bolsillo ha pasado leyes para manipular distritos en las elecciones parlamentarias del próximo año y eliminar la autonomía de las universidades. El Sr. Chávez ha prometido comprar docenas de tanques a Rusia, y ha programado un viaje a Teherán el próximo mes para reforzar su apoyo al asediado iraní Presidente Mahmoud Ahmadinejad.
Ahora, naturalmente, los líderes latinoamericanos están planeando una cumbre de urgencia en Argentina este mes para consultar sobre... un irrelevante acuerdo estadounidense-colombiano para que fuerzas norteamericanas puedan usar unas pocas bases militares colombianas en la lucha antinarcóticos y operaciones de vigilancia de contraterrorismo.
El acuerdo bilateral aún tiene que ser refrendado y oficialmente revelado, aunque las negociaciones sobre el mismo terminaron la semana pasada. Está absolutamente claro que el acuerdo no implica un aumento significativo de operaciones militares de Estados Unidos en América Latina o que represente una amenaza para alguien diferente a los traficantes de drogas y los terroristas del movimiento de las FARC -el grupo que Sr. Chávez ha estado apoyando en la violación clara de resoluciones de Consejo de Seguridad de
¿Entonces, por qué tanto alboroto entre líderes latinoamericanos? En parte, esto se deriva de arraigadas sospechas de izquierdistas hacia cualquier iniciativa militar norteamericana en la región. Pero sobre todo la controversia refleja otro esfuerzo exitoso por parte del Sr. Chávez para desviar la atención sobre su propio comportamiento, colocando la administración Obama a la defensiva. Después de que los informes del acuerdo comenzaron a aparecer en los medios de comunicación colombianos, el líder venezolano ha estado rebuznando sobre "los vientos de guerra" que supuestamente soplan por Suramérica, gracias a las nuevas "bases americanas", que según él están destinadas a una invasión de su país.
No debería ser muy difícil de refutar tales tonterías, pero la respuesta de la administración Obama llegó tarde y débil. Hasta la reunión realizada la semana pasada entre
-----------------------------
Advantage, Mr. Chávez
It's too easy for the Venezuelan caudillo to put the Obama administration on the defensive.
Monday, August 24, 2009
IN THE COURSE of the past month, Venezuelan President Hugo Chávez has been exposed as a supplier of advanced weapons to a terrorist group that seeks to overthrow
So, naturally, Latin American leaders are planning a summit in
The bilateral deal has yet to be signed or officially unveiled, though negotiations on it were completed last week. Yet already it's perfectly clear that it would not bring about a significant increase in U.S. military operations in Latin America or pose a threat to anyone other than the drug traffickers and terrorists of the FARC movement -- the group that Mr. Chávez has been supporting in clear violation of U.N. Security Council resolutions and the Organization of American States charter.
So why the hubbub among Latin leaders? In part, it stems from ingrained suspicion among leftists toward any American military initiative in the region. But mostly the controversy reflects another successful effort by Mr. Chávez to deflect attention from his own behavior while putting the Obama administration on the defensive. Ever since reports of the agreement began appearing in the Colombian media, the Venezuelan leader has been braying about the "winds of war" supposedly blowing through South America thanks to new "American bases," which he claims are intended for an invasion of his country.
It shouldn't be very hard to refute such nonsense, but the Obama administration's response was late and underpowered. Up until a meeting between Secretary of State Hillary Rodham Clinton and the Colombian foreign minister last week, there had been no concerted
No hay comentarios:
Publicar un comentario