Por Rafael Nieto Loaiza
El País, Cali
Agosto 30 de 2009
Soy incapaz de tragarme la bilis que me produjeron las declaraciones de Jaime Dussán, presidente del Polo. El inefable Senador ha sostenido que sus entrevistas con Chávez y Correa, en plena crisis con ambos países, son resultado de un esfuerzo diplomático paralelo y que a pesar de las críticas ese partido seguirá relacionándose con otros gobiernos de izquierda en el Continente.
Que el Polo quiera afianzar sus relaciones con sus compadres ideológicos es natural. Lo mismo han hecho conservadores y liberales con organizaciones que reúnen a socialdemócratas y democratacristianas de todo el mundo. El intercambio con personas que comparten la misma doctrina enriquece a los dirigentes y construye lazos de amistad que son útiles en las relaciones internacionales.
Pero mucho va de compartir con quienes tienen similitudes ideológicas a intervenir en las relaciones internacionales del país, competencia exclusiva del Presidente de
Esa actitud es inconstitucional, perniciosa y censurable. En lugar de mostrar unidad nacional, alienta las expectativas del Teniente Coronel de contar con aliados dentro de Colombia que, sumados a las Farc, le permitan concretar la expansión de su proyecto revolucionario. La actitud de Dussán, como antes la de Samper y Córdoba, fue la del lacayo que va a hincar la rodilla frente al chafarote mayor que asusta a la región con su verborrea. Y con la inyección de petrodólares a quienes, a través de los fusiles o de la actividad electoral, son sus amigos.
Para peor, la facción que controla el Polo se destapó. Dussán no tuvo empacho para afirmar que “comparte los ideales socialistas” del chavismo y que con él tiene “coincidencias”. ¿Acaso nos anuncia que de llegar al Gobierno el Polo también “nacionalizaría” todo lo que se perciba como contario al avance de su revolución? ¿Que comparte la política de acallar a los medios de comunicación y terminar con la libertad de información? ¿Que cerrarán las estaciones de televisión y emisoras de radio que creen que se les oponen?
¿O será más bien que el Polo, como Chávez, quiere adoctrinar en el “socialismo” a niños y jóvenes y poner fin a la libertad de cátedra? ¿O acabará con la iniciativa y la empresa privada y le dará todo el poder a una “boliburgesía” incompetente y corrupta? ¿O pondrá fin a la neutralidad de las Fuerzas Militares, las volverá milicias de bolsillo, entrará en una carrera armamentista y le meterá la mano a los vecinos?
¿O más bien lo que buscan Dussán y compañía, como Chávez, es hacerle trampa a la democracia y arrebatarles las competencias a los alcaldes y gobernadores de la oposición? En fin, ¿cuáles de todas las tendencias totalitarias del chafarote mayor son las que comparten? ¿Acaso serán todas?
Con franqueza, las declaraciones de Dussán son insultantes y muy preocupantes. Habrá que echar un buen ojo a la financiación de la campaña del Polo. Además de las Farc, Chávez tiene por aquí otros buenos amigos.
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