viernes, 28 de agosto de 2009

¿Más humillaciones?

Jorge Enrrique Pava Quiceno

La Patria, Manizales

Agosto 28 de 20

Ya estamos cansados de estos espectáculos mediáticos del PDA arrogándose facultades cancillerescas para salir a humillarse ante nuestros más perversos vecinos.

Mientras el Gobierno Nacional hace un encomiable esfuerzo por conservar la serenidad y la calma ante las agresiones verbales y las amenazas proferidas por el chafarote venezolano y su álter ego Correa, y lucha denodadamente por conservar la dignidad del país y por defender los intereses de la patria, el PDA llega al colmo de ir nuevamente a hincarse ante nuestros agresores y presentar disculpas por lo que para ellos supuestamente son equivocaciones del gobierno de Uribe.

Se disculpan ante Correa, a nombre de Colombia, por haberle dado de baja a uno de los principales miembros del grupo criminal y terrorista de la Farc que había encontrado albergue en Ecuador. ¿A nombre de Colombia? ¡Qué desfachatez! Debieron ir más bien a expresarle el sentido pésame y a condolerse por la muerte de Raúl Reyes y por el debilitamiento evidente de las Farc en el territorio nacional; a brindarse apoyo en el dolor mutuo que les representa la caída de uno de sus líderes y a trazar las estrategias para ocultar los problemas que sufren Venezuela y Ecuador, a través de los agravios y ofensas en contra de nuestro país.

Los males que ocasionan estas actitudes serviles, aparentemente concertadas de antemano con los presidentes Chávez y Correa, quedan en evidencia con el llamado que formalmente le hizo el orate venezolano al PDA, para que sirviera de órgano difusor de sus intenciones expansionistas y se pusiera abiertamente a su servicio. Y no es que sea nueva esta alianza; no es que de un momento a otro a Chávez le pareció que esta organización política le podría servir de caja de resonancia; no es que, ocasionalmente, encontrara algunas coincidencias ideológicas.

Sería bueno escudriñar un poco en la financiación de algunas campañas políticas en las pasadas elecciones de congresistas, alcaldes, gobernadores, diputados y concejales que recibieron al apoyo económico del PCCC (Partido Comunista Clandestino Colombiano), para concluir que los vínculos de los petrodólares venezolanos en las diferentes esferas políticas no es un propósito nuevo, sino que lo que hoy está haciendo Chávez es pasando su cuenta de cobro por el apoyo económico, y obligando a sus súbditos colombianos a degradar nuestro país para su solaz y la exaltación de su egolatría.

Ya estamos cansados de estos espectáculos mediáticos del PDA arrogándose facultades cancillerescas para salir a humillarse ante nuestros más perversos vecinos. Sólo falta que se reúnan con la cúpula de las Farc y le ofrezcan disculpas por el asedio que el Gobierno Nacional viene ejerciendo sobre ellos. O tal vez no falta; con haberse hincado ante Chávez y Correa, y haber llegado a Venezuela y Ecuador con esa actitud de sumisión, entrega e indignidad, ya han rendido tributo a sus nuevos amos, quienes parecen exigirles veneración y obediencia.

Pero una cosa sí es clara: las romerías de los líderes del PDA por los países vecinos para obtener su bendición y aquiescencia, han sufrido el rechazo de la inmensa mayoría de colombianos que aún nos duele la patria, incluidos algunos de sus propios militantes que no comparten las incoherencias de quienes pregonan la defensa de nuestros valores nacionales ante los Estados Unidos, pero pretenden cedérselos a los países que hoy se escudan en el manido socialismo del siglo XXI.

Y ante todo este alboroto y tanto absurdo que nos toca vivir a diario en este país que, como pocos, es respetuoso de las libertades de expresión y disentimiento, tal vez estamos asistiendo a la mayor paradoja de nuestros tiempos: las Farc, el PDA, Chávez y Correa, serán los forjadores del fortalecimiento del presidente Uribe y del reafianzamiento de su gobierno para un eventual tercer mandato. Es decir, los máximos enemigos de Uribe, se están encargando de posicionarlo y de fortalecerlo mediante sus actuaciones apátridas y sus desvergüenzas e indignidades.

Porque si la oposición, que se ha querido presentar como la alternativa política en Colombia, está mostrando esa sumisión y cediendo nuestra dignidad ante el chafarote venezolano y el director del Círculo Rosa ecuatoriano, cada día nos ratificamos en que es mejor mantenernos en este estado de cosas, que arriesgar a que suban al poder quienes desde hoy se muestran dispuestos a entregarlo todo. ¿Tendremos que soportar más humillaciones de parte de nuestros propios coterráneos? ¡No lo creo!

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