Editorial
El Mundo, Medellín
Septiembre1 de 2009
Piensa con el deseo el presidente Correa y, lo peor, espera que se lo crean los ecuatorianos.
A veces es bueno refrescar la memoria. El 30 de octubre de 2008, el presidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó que la creación de
Que el señor Correa tuviera tan mal concepto de la reunión de jefes de Estado que ahora preside, vaya y venga. Lo que no se entiende es que haya salido de la reunión del viernes de los 12 mandatarios a decir al público ecuatoriano de su programa sabatino, por las emisoras y canales oficiales, que la cumbre fue “todo un éxito” porque se habría acordado que las bases que Estados Unidos utilizará en Colombia sean inspeccionadas por los países de la región. “Se ha dado un paso importante en la reunión de Bariloche, dijo. En la resolución final (se estableció que) el Consejo de Defensa de Unasur puede revisar y supervisar esas bases”. Eso es falso, como lo pudieron constatar los millones de televidentes y radioescuchas que siguieron la trasmisión, paso a paso, incluidos seguramente muchos ecuatorianos. Hasta el último minuto se discutió una Declaración –cuya aprobación tenía que ser por consenso, como lo establecen los estatutos de Unasur– y en ninguna parte de la misma se mencionan siquiera las bases.
En el documento se insta al Consejo Sudamericano de Defensa a diseñar medidas de fomento de la confianza y la seguridad en la región; se instruye a los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores para que diseñen esa estrategia de seguridad en la reunión que sostendrán a mediados de septiembre; se advierte que esas “garantías de seguridad para todos los países” deben ser elaboradas de manera “complementaria” a los mecanismos existentes en el marco de
Piensa con el deseo el señor Correa y, lo peor, espera que se lo crean los ecuatorianos. La verdad es que el CSD no está facultado para inspeccionar esas bases, primero porque nadie le ha dado esa potestad y segundo, como lo explica el ex canciller Fernández de Soto, porque ese Consejo “no existe, no tiene reglas de funcionamiento, es apenas una declaración constitutiva”. Menos delirante que su socio ecuatoriano se muestra el coronel-presidente sobre la reunión de Bariloche, cuando escribe en su columna de prensa ‘Las Líneas de Chávez’: “Es necesario que el Consejo Sudamericano de Defensa comience a actuar efectivamente, con una visión de paridad, de equilibrio, de simetría”. Y agrega: “La revisión del acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, ratificado el pasado 19 de agosto, es un primer y fundamental paso”. El problema, y ellos lo saben, es que ni Unasur ni su CSD –en el supuesto de que ya estuviera institucionalizado– podrían inmiscuirse en tratados de ninguno de sus miembros con terceros países. Esa clase de inspección y vigilancia es a todas luces inaceptable.
Pero no era ese el único tema que queríamos tocar hoy en relación con nuestro vecino del sur, pues aparte de sus mentiras, nos preocupa el avance de su autoritarismo frente a la libertad de opinión e información, que va pasando de castaño oscuro. En el programa sabatino de marras, la emprendió contra un canal de televisión independiente porque transmitió una grabación en que se escucha una conversación en el palacio de gobierno entre Rafael Correa, Ricardo Patiño y la asambleísta Silvia Salgado. El audio recoge supuestas versiones sobre cambios de última hora a
El Presidente alega que la conversación fue grabada ilegalmente, pero tendrá que ser
No hay comentarios:
Publicar un comentario