domingo, 13 de septiembre de 2009

El agua se agota

Editorial

El Colombiano, Medellín

Septiembre 13 de 2009

Los incendios forestales que ya han consumido unas 13 mil hectáreas de bosque y el llamado del Gobierno a hacer un uso racional del agua para evitar un racionamiento nos obligan a pensar y actuar con responsabilidad. Es hora de volver a las buenas prácticas de ahorro de agua que en otras épocas ayudaron a superar momentos difíciles como los que ahora nos plantea el fenómeno de El Niño y el Cambio Climático.

No es hora de alarmismo, pero tampoco de seguir relajados y creer que los problemas climáticos son asunto de otros países, y las soluciones de otras personas. No. Las amenazas por inundaciones en época de lluvias y de sequía e incendios forestales en verano están aquí, a plena vista, y es urgente actuar ya con responsabilidad y solidaridad.

El llamado que esta semana hizo el Viceministerio del Agua en relación con los riesgos en que se encuentra el país ante un eventual racionamiento de agua debe entenderse como una alerta temprana y preventiva para que hagamos un uso racional del recurso hídrico, no sólo el potable, sino el que se utiliza en múltiples oficios y servicios, incluido, por supuesto, el fluido eléctrico que generan las hidroeléctricas.

El agua escasea en 19 regiones y, Cali, una de las ciudades más pobladas e importantes del país, ahora sufre un racionamientoa y, de paso, los rigores de los incendios forestales que acabaron con buena parte de sus reservas naturales, que son los mejores productores y reservorios de agua.

Y el problema no es sólo de las grandes ciudades. La situación se ha vuelto crítica en las zonas que reciben el agua de los glaciares, que están en proceso de descongelamiento, como ocurre con el Parque Nacional de los Nevados, donde queda una masa de hielo pequeña. Hay un círculo vicioso: el aumento de temperatura produce deshielos y éstos contribuyen al aumento de temperatura, que en las últimas dos décadas es de casi dos grados centígrados en el país. Los daños en la flora, la fauna y el ser humano son incalculables y devastadores.

El Ideam, entidad que monitorea el clima en Colombia, prevé a futuro una reducción de lluvias en la región interandina y Caribe, por el cambio climático, según proyecciones preliminares. En la Sabana de Bogotá se llevan registros de una precipitación total anual de 1970 a 2006. La capital está amenazada por escasez de agua, debido al crecimiento poblacional y la reducción de lluvias en sectores de Chingaza y Sumapaz. En el río Cauca y Magdalena se han reducido progresivamente los caudales, según el Ideam.

Esta situación hace parte de los estudios del Centro de Ciencia y Tecnología, que tiene su Cátedra del Agua con 14 entidades. Dentro de las seis líneas que maneja se encuentra el inventario general de aguas de Antioquia, para saber cómo está la situación. En regiones como Santa Fe de Antioquia se han secado varios ríos en dos décadas, algunos por el mal manejo de obras de infraestructura.

El Estudio Nacional del Agua del Ideam reveló que en Antioquia en un año seco varias cabeceras municipales tendrían alto riesgo de escasez, según proyecciones a 2015. En Colombia son 72 municipios. Se afectarían cerca de 18 millones de habitantes, que sería equivalente a juntar la población de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga.

Las condiciones empeoran en años secos como el de El Niño, que está actualmente en curso y que según el reporte de esta semana (8 de septiembre) del Centro de Predicción del Clima de Estados Unidos, irá al menos hasta marzo de 2010 y tiende a fortalecerse, cuando hace pocas semanas se preveía como débil, lo que hará que las condiciones secas empeoren en los próximos meses.

Este panorama podría volverse más alentador si cada uno de nosotros toma conciencia de la importancia de hacer un uso racional del agua. Es vital volver a retomar prácticas cotidianas como no dejar el grifo abierto mientras se cepilla los dientes o se enjabona, así como no lavar los carros con manguera y, mucho menos, las fachadas de las casas. Hay que apagar los bombillos que no se necesiten. Ojalá se reactivaran las campañas ciudadanas, porque como decía una de ellas, "gota a gota, el agua se agota".

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