domingo, 28 de junio de 2009

¿Conexión china con las Farc?

El Espectador, Bogotá

Junio 28 de 2009

En los más de ocho años que estuvo en cautiverio Óscar Tulio Lizcano, en poder de las Farc, no sólo tuvo tiempo de recitar los versos del poeta Miguel Hernández a sus alumnos imaginarios, para mitigar la flagelante tortura del silencio, o para recorrer, enfermo o hambriento, las extensas distancias a las que era obligado por sus captores. Su olfato político, curtido por años de contiendas electorales y su intelecto forjado como estudiante y profesor, le permitieron observar con agudeza que las Farc no desaprovechan oportunidad para robustecer sus finanzas y establecer contactos con países, organizaciones o empresas que decidieran contribuir con sus áridos ideales.

Esa es quizás una de las revelaciones más importantes de su libro Años en silencio, presentado la semana pasada, en el que relata un episodio que más que un recuerdo se convierte en una denuncia de la que las autoridades colombianas deben tomar atenta nota. En un aparte del VIII capítulo titulado “La China socialista está dispuesta a trabajar con las Farc”, Lizcano, recalcando que en todo caso corroboró la información “con distintas fuentes”, relata que fue testigo y conoció de la visita, en siete oportunidades a campamentos de las Farc, de un helicóptero perteneciente a la empresa Bureau Geophysical Processing (BGP), una división de la empresa estatal china National Petroleum Corporation, que adelanta labores de exploración en el departamento de Chocó.

El propósito, según el ex congresista, no fue otro que acordar el pago de una millonaria ‘vacuna’ por parte de la multinacional y llevar víveres y asistencia médica al frente Aurelio Rodríguez del grupo subversivo encargado de su secuestro y prolongado cautiverio. El hecho que prendió las alarmas de Lizcano fue el plagio, por parte de las Farc, de dos trabajadores afrodescendientes que adelantaban labores como auxiliares de topografía para la filial de la empresa china, el 9 de junio de 2006. El motivo del rapto, que desató incluso la inconformidad de organizaciones sociales de la región, fue que los dos jóvenes no eran oriundos de esa zona, que era un requisito que había establecido el propio grupo al margen de la ley, para eligir a quienes podían trabajar con la firma.

Para una de las organizaciones era un contrasentido que las Farc secuestraran a trabajadores de base de esa empresa, pero que permitieran que los demás funcionarios de BGP, incluidos los de mayor jerarquía, se pudieran desplazar por esa zona, controlada por los guerrilleros, sin ningún inconveniente. Según Lizcano, los contactos iniciales entre la multinacional (que de acuerdo con el ex parlamentario contaba con autorización del Gobierno para explorar en zonas como Condoto, Juntas y Cabeceras) y las Farc se dieron a comienzos de ese año. Un subversivo conocido como Iván, y que fue fundamental en el plan de fuga que permitió su libertad, fue comisionado para establecer contactos con representantes de la filial china.

El ex congresista asegura que un hombre llamado Héctor, del que no conoció más, aunque supo que tenía su base de operaciones en Itsmina, Chocó, fue quien del lado de BGP respondió a los requerimientos de las Farc. Consciente del cerco humanitario que había montado el Ejército para lograr su liberación, para Lizcano fue sorprendente que “un helicóptero pequeño, blanco y con rayas rojas que llevaba el logotipo” de la empresa mencionada, arribara a uno de los campamentos subversivos. Una vez allí se acordaron los beneficios económicos que recibirían las Farc por dejar trabajar a los exploradores petroleros (unos $800 millones que con anterioridad se habían pactado con el desaparecido jefe subversivo Iván Ríos) y el apoyo que recibiría el grupo subversivo en materia de atención en salud y recepción de alimentos. “Héctor insistió en que su compañía provenía de la China socialista y que por ello estaba dispuesta a trabajar de la mano con las Farc”, dice Lizcano en su libro. En las visitas subsiguientes llegaron una planta diésel, generadora de energía, un computador y una cámara de video. Incluso Óscar Tulio Lizcano narra un episodio anecdótico sobre las sensaciones y “la adrenalina” que entre visita y visita vivieron cuatro guerrilleros que nunca habían viajado en helicóptero cuando los comisionaron para ir por Héctor y traerlo hasta su campamento para hablar personalmente con su comandante en un sitio cercano a la comunidad indígena de San Onofre.

“De haber sido diciembre, cualquiera habría pensado que Héctor —de piel blanca, baja estatura, ojos azules y acento paisa— era el Papá Noel de los guerrilleros”, sostiene Lizcano, al recordar los festejos de los subversivos cuando el visitante llegó con “ensaladas de frutas, caramelos y dulces” que les había traído como obsequio. Pocos días después y previa autorización de Iván Ríos aparecieron en un helicóptero dos médicos, vestidos con overoles naranja, y una enfermera muy atractiva, que causó un impacto profundo y muchos suspiros entre los subversivos.

El ahora ex secuestrado señala que cerca de un lugar llamado Cocotea, en jurisdicción del río Tamaná, fueron atendidos varios guerrilleros entre quienes estaban el propio Iván e Isaza, el guerrillero con el que escapó de su cautiverio. Sin embargo, otro subversivo, a quien sus subalternos llamaban Morro, preocupado por los sobrevuelos que efectuaba el Ejército, pidió a Héctor que hiciera despegar el helicóptero y desde arriba revisara si se alcanzaban a ver las carpas que estaban abajo. Una vez cumplida la petición, el propio Héctor le dijo que no había de qué preocuparse. No obstante, esa ‘misión médica’ se quedó en pañales con una que arribó en abril de 2007. En un helicóptero más grande y en tres viajes fueron transportados cerca de 20 profesionales, entre médicos y enfermeras, que revisaron a los subversivos, aunque la visita tuvo que ser suspendida por los sobrevuelos militares. Para Óscar Tulio Lizcano es paradójico que mientras las Farc gozaban de tal despliegue humanitario, él tuviera que sufrir en silencio sus enfermedades. “Conocí los detalles de semejantes festines y jornadas médicas por cuenta del misterioso donante, mientras yo padecía resignado mis enfermedades, a quinientos metros, sin atención profesional ni medicinas”.

Sobre la compañía petrolera china

La China National Petroleum Corporation es una multinacional de explotación petrolífera que cuenta con presencia en 29 países del mundo. Aunque funciona desde 1955, sólo 33 años más tarde fue establecida oficialmente. Es la empresa más destacada y grande de China en este sector, así como también el mayor proveedor de gas en ese país. En naciones vecinas como Ecuador, la China National Petroleum Corporation existe desde 2003. En Venezuela, país al que aporta gasolina y gas, funciona desde 1998, y en Perú, desde cuatro años atrás. La compañía también se encuentra en países africanos y europeos.

“Años en silencio”: Óscar T. Lizcano

La casa editorial Planeta lanzó el primer libro de quien permaneció ocho años en cautiverio de las Farc: el ex parlamentario Óscar Tulio Lizcano. Años en silencio es el trabajo con el que el ex dirigente político de Caldas recién dio a conocer cómo fue “testigo mudo e invisible” de asesinatos, asaltos a poblaciones y secuestros, entre otros delitos cometidos por este grupo guerrillero. “Guardé esas historias en mi memoria como testimonio fehaciente de la guerra que padecemos los colombianos”, expresó Lizcano González entre las líneas del prólogo de su libro. Según él mismo lo describió, este fue un sano ejercicio en el que enfrentó a sus enemigos y descubrió que su corazón “estaba en paz”.

El primer “canjeable” de las Farc

El ex representante a la Cámara por Caldas Óscar Tulio Lizcano fue secuestrado el 5 de agosto de 2000 en el municipio de Riosucio (Caldas). Con su plagio, de manera infortunada, la guerrilla de las Farc inició el secuestro de líderes civiles que, posteriormente, se convertirían en los “canjeables” de la bolsa de intercambio de esta organización alzada en armas. Lizcano, al igual que otros políticos como Íngrid Betancourt, Jorge Eduardo Géchem, Gloria Polanco y Luis Eladio Pérez, fueron las personas por las que las Farc exigieron la liberación de al menos 500 guerrilleros. Pero por iniciativa del guerrillero Wilson Bueno Largo, alias Isaza, el 26 de octubre de 2008 Lizcano recuperó su libertad. Su hijo Mauricio se hizo elegir como representante a la Cámara por Caldas en 2006. Sin embargo, en enero de este año, la Corte Suprema de Justicia anunció la apertura de una investigación preliminar contra Mauricio Lizcano por supuestos vínculos con los grupos paramilitares.

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