domingo, 21 de junio de 2009

El tango, Gardel y Barcelona

Por Jaime Jaramillo Panesso

El Mundo, Medellín

Junio 21 de 2009

Barcelona, la Ciudad Condal de España, ha sido desde los tiempos medievales, un importante puerto europeo. De allí la importancia catalana en el comercio. Para llegar el tango a Paris a comienzos del siglo XX, hubo de pasar y reposar en Barcelona que contaba en 1900 con 533.000 habitantes y más de un millón en 1930. La canción popular acampó en una sociedad que se congregaba alrededor de teatros de variedades, cafés-concert y music-halls, escenarios diferentes a las zarzuelas y tonadillas.

Los españoles están ligados al tango desde tiempos iniciales, ya por su emigración a la Argentina o Uruguay, ya por ser hijos de estos. El primer tango grabado en España apareció en Gramófono en 1903, “La Bicicleta”, interpretado por la cupletista Blanca del Carmen. Lola Membrives, bonaerense, pero de descendencia gaditana grabó tangos con Francisco Canaro desde 1915. Imperio Argentina, debutó en Madrid en 1924 en el teatro Romea con tangos y canciones criollas. Cupletistas españolas como Raquel Meller divulgó el tema Milonguita. Otros temas fueron “Taita de Arrabal” con música de José Padilla, español célebre por su composición “La Violetera”, y “El Relicario” divulgado por Merceditas Serós y grabado por Gardel en 1922. Bernabé Simarra, profesor argentino de baile de tango, se instaló en Barcelona con éxito en 1913. El tango más exitoso de pluma española es “Fumando Espero” de Juan Viladomat y letra de Félix Garzo. Viladomat compuso más de quinientas piezas, muchas para obras teatrales como “El tango de la cocaína”, “Tango prohibido” y “El primer tango”. Otro tango español, “La Cieguita”, de Ramuncho y Kepler Lais, fue muy popular, inicialmente cantado por Celia Gámez y después por Imperio Argentina, el trío Irusta-Fugazot-Demare, Carlos Acuña, Libertad Lamarque y Jorge Vidal.

En el delta del Río de La Plata, españoles son los autores o compositores siguientes: el letrista gallego Víctor Soliño en “Garufa”; el bilbaíno Luis Bayón Herrera en “El Taita del Arrabal”; Luis Martínez Serrano pone su estirpe en “¿Dónde estás corazón?”; el zaragozano Feliciano Latasa con “Hotel Victoria”; Jesús Ventura, maestro madrileño, con “A la gran muñeca”. Y el compositor de Barcelona, Manuel Jovés, en dupla con Manuel Romero, en los temas “Patotero Sentimental”, “Buenos Aires”, “Pobre Milonga” y “Nubes de Humo”. Gardel grabó varios tangos de Jovés.

Gardel llega a Madrid, por primera vez, en diciembre de 1923 con José Razzano, dueto dedicado a canciones criollas, sin tangos en repertorio, vestidos de gauchos con espuelas de plata. Casi un año después, el 24 de enero de 1924, Gardel llega a Barcelona, muy de paso, y se embarca hacia Buenos Aires. Va con Razzano, pero regresará solo en 1925 para tratar de cantar en las partes finales de las obras teatrales denominadas fin de fiesta y al fin lo logra en el teatro Goya. La capital catalana ardía de tango. Pancho Spaventa competía con Gardel quien ya estaba de solista. Y para mayor brillo, también Imperio Argentina canta en la misma Barcelona, ciudad a la que Enrique Cadícamo llamó “la tercera patria del tango”.

Carlos Gardel comienza a grabar en Odeón de Barcelona el 26 de diciembre de 1926. Sus actividades sociales lo llevan a conocer a los futbolistas del FC Barcelona José Samitier y Luis Piera que se convierten en sus mejores amigos. Conoce a Maurice Chavalier y al escritor y pintor Santiago Rusiñol. Pero no deja de mortificarlo que la declamadora Berta Singerman lo desplace de su trabajo en los fines de fiesta. Barcelona templó las cuerdas de Gardel y le abrió las puertas de Francia. En Barcelona cantó como solista por primera vez en Radio Catalana. Allí compró su primer automóvil, un Graham Paige, el cual embarcó a Buenos Aires. El 26 de septiembre de 1928 llegaría de nuevo a Barcelona para viajar a Paris en ese mismo auto con su chofer Antonio Sumaje y sus tres guitarristas Ricardo, Barbieri y Aguilar. Todo esto y mucho más lo relata Xavier Febrés en su libro “De Carlos Gardel al Tango Electrónico”, Editorial RBA, 2008.

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