domingo, 20 de septiembre de 2009

Acabar con el olvido

José Félix Lafaurie Rivera

El Nuevo Siglo, Bogotá

Septiembre 19 de 2009

Hace 4 años, cuando Fedegan creó el Día Nacional del Ganadero en conmemoración al asesinato de José Raimundo Sojo Zambrano por las Farc, concentramos nuestros esfuerzos en honrar la memoria de los ganaderos asesinados y secuestrados durante las últimas décadas. Para esa fecha, en un trabajo arduo y sistemático de búsqueda de información a través de los Comités de Ganaderos, alcanzamos a recuperar más de 2.000 nombres. Fue nuestra primera denuncia pública y consolidada de semejante exterminio ganadero que, a pesar del estupor que despierta tan cruel realidad, canalizamos en la siguiente consigna “Miramos hacia atrás para honrar nuestro pasado; miramos hacia adelante para construir nuestro futuro”, que nos catapultó en dos direcciones: la modernización de nuestra ganadería, y en la proyección de esta actividad ante la sociedad como expresión del compromiso social de la ganadería.

De este último énfasis nació la Fundación Colombia Ganadera, Fundagan, que, además de impactar al pequeño ganadero en todo el país con programas productivos y sociales, asumió como objetivo la recuperación de la memoria colectiva de las víctimas ganaderas de la violencia, el cual fue bautizado posteriormente con el nombre de Acabar con el olvido.

Acabar con el olvido es también el nombre del libro que Fundagan lanzó el 17 de septiembre de 2009, que contiene una investigación social, desarrollada por el Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario creado por Fundagan, para hacerlas visibles ante la sociedad, las autoridades y la comunidad internacional; y luego, reivindicar sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación.
Esta entidad y sus investigaciones, marcan el inicio del papel de la ganadería colombiana como víctima de la violencia que ha azotado al campo desde la década de los 60 del siglo pasado. Se trata de una denuncia formal, pública y expresa, que será entregada, para lo de su competencia, al Fiscal General de la Nación, al Procurador General de la Nación y al Veedor del Pueblo. Posteriormente, y si es del caso, será también entregada a las instancias de justicia internacional y a las organizaciones multilaterales defensoras de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario.

Acabar con el olvido no es un documento que clama venganza, ni es un reclamo justiciero. Tampoco es una bandera política. No tenemos tiempo, ni energías para la venganza, porque estamos ocupados en construir la historia ganadera hacia adelante, a partir de la modernización y el desarrollo tecnológico, pero también desde la tolerancia, la responsabilidad social y la urgencia manifiesta de reconstruir el tejido social en el campo, destruido por la vorágine de violencia que sufrió durante décadas; violencia que hoy ha disminuido gracias a la Seguridad Democrática , pero que aún no cesa por cuenta de una guerrilla anclada en el pasado y, sobre todo, por cuenta del poder incendiario del narcotráfico.

Acabar con el olvido es un testimonio de la historia ganadera reciente, la evidencia de la intención de exterminio de los ganaderos como grupo social y como sector económico.

Para Fedegan y Fundagan es un acto eminentemente de proyección social de la ganadería colombiana pues, definitivamente, no nos interesa la guerra política; no hay guerra alguna que nos pueda interesar, porque ya hemos sufrido la violencia por más de medio siglo. Acabar con el olvido es una demostración más del compromiso de los ganaderos de Colombia, con la recuperación del campo y la paz de Colombia.

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