domingo, 6 de septiembre de 2009

Dos delfines en actitudes repudiables

Por Jaime Alzate Palacio

La Patria, Manizales

Septiembre 5 de 2009

Espero que el senador Rodrigo Lara haga un examen de conciencia y, realmente arrepentido, pida perdón por su salida de tono.

A raíz de los últimos hechos internos ocasionados por la votación que sobre el referendo reeleccionista se han presentado en el Congreso, hemos sido testigos de toda clase de actitudes, algunas verdaderamente democráticas y otras en el colmo de la politiquería y la grosería. Parece que muchos gamonales le están aprendiendo al boquisuelto vecino y se han dejado llevar por sus impulsos primarios demostrando que los cimientos de su patriotismo son tan deleznables como las arenas de desierto.

Claro que situaciones vergonzosas pasen dentro de algunos congresistas, ampliamente conocidos por sus excesos verbales y sus actitudes grotescas, vaya y venga, porque nacieron con ese sino. Lo que me causa una inmensa preocupación, porque podría demostrar que la sal también se corrompe, es la reacción de una persona joven, heredero de la sangre de uno de nuestros héroes mártires, quien dio su vida por la libertad de su patria, y enfrentó con toda la valentía del mundo a los criminales narcoterroristas. Verlo, decía, daba pena, porque ante la derrota apabullante que sufrió su grupo político en la votación del Congreso, soltó sin vergüenza una grosera frase contra el 74% de los colombianos, tratándonos de narcotraficantes porque de una manera amplísima se respaldó la voluntad popular, y se abrieron las puertas para una segunda reelección de quien ha sido el mejor presidente de Colombia en las épocas modernas.

Quiero pensar que esta vergonzosa actitud fue motivada en un momento de descontrol que podemos tener en algún momento los humanos, y por eso espero que el senador Rodrigo Lara haga un examen de conciencia y, realmente arrepentido, pida perdón por su salida de tono, puesto que él, por ser hijo de quien es, debería cuidarse como el que más de los excesos verbales. Quedamos pues a la espera de una muestra de su altura moral y le pedimos haga honor a la gloriosa memoria de su padre.

También tengo que protestar, pues me siento indignado con la forma como está manejando su herencia política Juan Manuel Galán. Ya estoy bastante grandecito y pude experimentar esa emoción de patria que nos hacia sentir Luis Carlos Galán, cuando en la plaza pública, y siempre en cada jornada, a plena conciencia de que se estaba jugando la vida, daba el pecho para enfrentarse a los enemigos de la patria.

Y sucedió lo que se temía. Sus enemigos acabaron con la esperanza de un país. Y vino la entrega de sus banderas y de la presidencia a Gaviria, y pensamos que ese coraje y ese amor por Colombia iban a quedar en buenas manos, y por eso sin estar metidos en la política, dimos apoyo a lo que creímos podría ser la ruta a seguir por quienes emprendieron la marcha por la salvación de la patria. Sin embargo, las cosas no marcharon por buen camino y la guerra contra el narcotráfico se perdió en esos momentos de orfandad.

Pero después de que en un golpe de suerte Colombia finalmente encontró un verdadero líder, el presidente Uribe, con todas las cualidades de patriotismo, honestidad y decisión, quien valientemente se ha enfrentado a los malhechores como lo hizo Galán, en vez de recibir el respaldo de quien debería ser uno de los guardianes de la heredad, hoy lo vemos en una actitud repudiable, de mano cogida con los representantes de los mamertos del Polo, arrodillándose ante Chávez, el nefasto personaje que pasará a la historia como nuestro mayor enemigo.

Actitudes repudiables de quienes por sus ancestros, deberían ser ejemplo de dignidad.

P.D.: Cualquiera puede tener sentido común, siempre y cuando no tenga imaginación.

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