lunes, 7 de septiembre de 2009

El nuevo optimismo asiático

Por Andrés Oppenheimer

El Colombiano, Medellín

Septiembre 6 de 2009

Matando el tiempo en el kiosco de periódicos del aeropuerto de Hong Kong, vi algo que me llamó la atención: casi todos los libros a la venta eran sobre el ascenso supuestamente indetenible de China -y de Asia- hacia la posición de primera potencia mundial.

Entre los libros que estaban en venta se contaban Los nuevos emperadores asiáticos, China hace temblar al mundo, Un optimista en China, y China, el país del futuro . En la sección de revistas, la portada del semanario The Economist anunciaba: La asombrosa recuperación de Asia.

Me sorprendió este estallido de optimismo, porque en mis últimos viajes a China y a otros países asiáticos en el curso de los pasados cuatro años, había encontrado exactamente lo contrario. Los funcionarios chinos constantemente trataban de restarle importancia a las predicciones occidentales que afirmaban que en pocas décadas más China se convertiría en la mayor economía del mundo.

Cada vez que les señalaba a los funcionarios chinos mi sorpresa por la rapidez del proceso de modernización de China, ellos invariablemente me decían: "Sí, pero todavía tenemos 800 millones de pobres. En muchas partes del país, todavía estamos en el Tercer Mundo". La línea oficial, obviamente, era tratar de no asustar a los países occidentales.

Pero ahora, los chinos -y el resto de los asiáticos- rebosan confianza, y parecen menos preocupados por mostrarlo públicamente.

Mientras se proyecta que la economía de los países industrializados de Occidente caerá un 3.5 por ciento este año, y que la ecomomía de Latinoamérica se reducirá en casi un 2 por ciento, se calcula que las economías asiáticas crecerán más de un 5 por ciento.

En Singapur visité a Kishore Mahbubani, el autor del libro titulado El nuevo hemisferio asiático: el irresistible desplazamiento del poder global hacia Oriente . Mahbubani, ex embajador de Singapur en las Naciones Unidas, es uno de los intelectuales más famosos del país.

"Estamos llegando al final de la era del dominio occidental de la historia mundial", me dijo Mahbubani.

Occidente ha dominado la historia mundial tan sólo durante un breve período de tiempo, que abarca desde la revolución industrial de 1820 hasta nuestros días, dijo.

"Ese período fue una aberración histórica, y está llegando a su fin. Por eso hablo del 'retorno' de Asia, y no del 'ascenso' de Asia", agregó.

Mahbubani dice que hay "una explosión cultural de confianza de proporciones nucleares en Asia", debida, entre otras cosas, al hecho de que la adopción de la economía de libre mercado ha abierto las compuertas a la largamente reprimida pericia empresarial de los 4 mil millones de habitantes de Asia. Además, el sistema meritocrático de la mayoría de los países asiáticos -en contraposición al "amiguismo" que predomina en muchos países latinoamericanos- y su intenso énfasis sobre la educación convertirán a las naciones asiáticas en los principales centros tecnológicos del mundo, explicó.

Mi opinión: Tal vez sea así. Basándome en lo que vi en Singapur, China e India, en los países asiáticos hay una obsesión por mejorar la educación que no se ve en Occidente. Eso ayudará a los países asiáticos a crear una élite de científicos que producirán exportaciones cada vez más sofisticadas y mejor cotizadas en el mercado mundial.

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