martes, 8 de septiembre de 2009

Jóvenes: desvelo del General

Editorial

El Colombiano, Medellín

Septiembre 8 de 200 9

Los jóvenes no deben ser estigmatizados, pero las familias deben apropiarse de su papel educativo y convencerse de que no pueden ser reemplazadas por el Estado. Que en el hogar, en la escuela, en la calle y en los medios hay que hacer bien la tarea para construir tejido social basado en los valores que han hecho grande al hombre. Esa es la lucha del General Óscar Naranjo Trujillo.

Tal vez no hay en el país y el mundo alguien que sepa más sobre el tema de las drogas ilícitas -y el resto de delitos ligados a ellas- que el General Óscar Naranjo, máximo Comandante de la Policía de Colombia. Y quizá nadie como él ha introyectado mejor y defendido la política de Seguridad Democrática, fundamento de la acción de Gobierno del Presidente Álvaro Uribe.

Estos dos temas: narcotráfico y Seguridad Democrática, son los que abordaremos en dos editoriales, basados en un diálogo franco, sincero y pedagógico con el General Naranjo. Este diálogo fue la génesis de tres entregas publicadas por este diario en sus ediciones del domingo, el lunes y hoy.

El General Naranjo no se queda en el diagnóstico, sino que llama a los ciudadanos de todas las edades y condiciones económicas y educativas, pero muy especialmente a los jóvenes, para que todos sean -seamos- motor de realidades nuevas que hagan de este país el lugar digno que merecen esos jóvenes de hoy y las generaciones futuras.

Colombia está en un punto de quiebre y no merece retroceder. No sería justo ni con los colombianos todos, ni con el mundo entero.

El General señala que alrededor del narcotráfico y la cultura del dinero fácil giran otros delitos: el sicariato, el tráfico o trata de personas, el consumo interno de alucinógenos y licor que ha aumentado, el secuestro, la proliferación de casas de vicio y de espacios para los juegos de azar. La víctima de todos ellos es la vida, la vida digna, bien supremo y derecho fundamental que todo Estado y persona deben buscar y preservar.

Coincidimos con el General Naranjo, cuando dice que la muerte dejó de asombrar a la sociedad. Ya, para muchos, es una cifra que no duele, a menos que la sintamos cerca y nos rompa el corazón. Hace varios años un autor francés decía que, cuando había muerte emocional, ya la vida importaba poco, y se mataba y se moría por cualquier cosa. ¿Cuánto habrá avanzado Colombia en la erradicación de la muerte emocional?

Coincidimos también en cuanto a que los jóvenes no deben ser estigmatizados, pero que las familias deben apropiarse de su papel educativo y convencerse de que no pueden ser reemplazadas por el Estado. Que en el hogar, en la escuela, en la calle y en los medios de comunicación hay que hacer bien la tarea para construir tejido social basado en los valores que han hecho grande al hombre. Que esos jóvenes rechacen el modelo propuesto por el narcotráfico. ¿Cómo es posible, nos preguntamos, que el éxito se mida por las cosas que se tienen? ¿Y que la televisión, entre otros medios masivos, promueva series cuyos héroes son los narcotraficantes y su estilo de vivir y matar?

No entendemos cómo hay unos pocos sectores que se oponen al toque de queda para menores. Por el contrario, lo entendemos como una medida para protegerlos y creemos que debe extenderse a toda la ciudad de Medellín y otros municipios del Área Metropolitana.

Resalta el General Naranjo, que los países más desarrollados y democráticos, los más sólidos, tienen medidas restrictivas con respecto a los menores. Recordemos que se les prohíbe no sólo el licor, sino el cigarrillo, los alucinógenos, el ingreso a los casinos y salones de tragamonedas, a sitios que venden bebidas alcohólicas. Allí, las revistas pornográficas no pueden ser exhibidas en los expendios de publicaciones.

En cambio, en Colombia muchos creen que estas prohibiciones afectan el libre desarrollo de la personalidad. Y que no salgan ahora a decir que en eso consiste la posmodernidad y que este diario es mojigato. Ni lo uno ni lo otro. Nuestra lucha con la palabra es por el futuro digno y la vigencia plena de los valores auténticos. La misma que libra el General Óscar Naranjo Trujillo….

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