Ramiro Andrade Terán
El País, Cali
Septiembre 15 de 2009
El presidente Chávez es el pontífice de esa situación, que lleva a América Latina no sólo a la ruina, sino a la posibilidad real de un conflicto bélico entre sus pobres naciones, que comienzan a saturarse de armamentos.
En el caso de Colombia la situación tiene un componente de alta peligrosidad por dos factores: la vecindad de Chávez y el tratado con Estados Unidos para utilizar bases militares nacionales. El Presidente venezolano está feliz con su última adquisición: los cohetes rusos con alcance de
En cuanto al acuerdo con Estados Unidos para utilizar bases en nuestro territorio, la mayoría de países del área lo repudian y consideran que es una punta de lanza del poder norteamericano en la cabeza de América del Sur y sirve para el control de América Central. El Presidente del Brasil, en reciente declaración, pidió a Colombia una explicación clara y suficiente sobre el asunto. Sería deseable que así ocurriera y se despejara una situación que tiene tanta incidencia en la paz del continente.
El presidente Lula puede ser el amistoso gestor de una reunión con ese fin. Ya está claro que aspira a convertirse en líder continental y nada más útil para ese propósito que lograr que se despeje el horizonte entre naciones que deben mantenerse en paz y libres de la funesta carrera armamentista que hoy las azota.
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