Por Eduardo Pizarro Leongómez
El Tiempo, Bogotá
Septiembre 17 de 2009
En la segunda mitad del siglo XIX, César Lombroso, el polémico médico italiano fundador de la antropología criminal, tuvo, tras observar las anormalidades en el cerebro de un famoso criminal de su época, la idea de los "tipos criminales innatos". Estos eran el epiléptico, el habitual, el loco, el loco-moral, el atávico, el ocasional, el pasional y el profesional.
Esta cuestionada teoría fue refutada por los científicos de su época, pero de cuando en cuando revive aquí y allá en el mundo. En Estados Unidos, la comunidad afroamericana es muchas veces percibida como la fuente principal de la criminalidad. Ante lo cual, Richard Rosenfeld, profesor de criminología de
En Colombia, igualmente, surgen a menudo estereotipos semejantes. Algunos sectores sociales son objeto de una injusta estigmatización: si un estudiante de una universidad pública es capturado por sus vínculos con un grupo insurgente, todos los estudiantes de ese centro universitario son calificados como terroristas.
Una estigmatización similar ocurre con los ganaderos del país, quienes, sin más ni más, son acusados de paramilitarismo. A partir de casos particulares (sin duda, hubo quienes se vincularon con las Auc) se generaliza de manera irresponsable y se abarca a todo un sector de la sociedad, lo cual no solamente es injusto, sino criminal. En efecto, estos señalamientos convierten a los sectores estigmatizados en objetivo militar, ya sea de grupos radicales de extrema derecha o de extrema izquierda.
Pero, además, el señalamiento termina haciendo invisible "la otra cara de la luna": la inmensa cantidad de ganaderos que han sido víctimas de los grupos armados ilegales. Ante todo, de crímenes atroces, como secuestro, extorsión, homicidios y desaparición forzada.
Para afrontar estos temas,
Además, mediante el programa "Carne pa' ti, carne pa' mí" se están vendiendo a precios muy bajos para los estratos 1 y 2 productos inalcanzables para estos sectores sociales desposeídos, mejorando así su dieta proteínica. Ya la fundación ha adquirido furgones refrigerados para acceder a estas poblaciones altamente vulnerables, en zonas tanto urbanas como rurales.
En buena hora
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