Editorial
El Universal, Cartagena
Septiembre 12 de 2009
Hoy vuelve el Presidente Uribe a Sucre. Y viene para entregarle a los sucreños una obra con la cual comprometió su palabra y su gestión con las gentes de un departamento que poco a poco empieza a vislumbrar promisorios horizontes de desarrollo y progreso.
A consolidar emprendimientos que van respondiendo de manera efectiva a las necesidades, expectativas y anhelos de un pueblo que por sus potencialidades de todo orden ha decidido apostarle a la superación de ancestrales formaciones económicas que muy poco impulsaban su avance hacia estadios económicos más promisorios que, a su vez, dieran en mejorar la calidad de vida de los sucreños.
Y la Planta de Almidones de Sucre, ADS, es uno de esos destellos que llamados a alumbrar el largo camino que ha decidido emprender el Departamento de Sucre, su clase empresarial y administrativa y todos y cada uno de sus habitantes, desde el más encumbrado habitante urbano hasta el labriego más humilde que mora en sus campos.
Y es que la Planta que hoy inicia el proceso de producción de almidones dulces y modificados, va a tener en el hombre del campo sucreño su principal aliado, tanto como productor de la materia prima, yuca industrial, como beneficiario de los empleos rurales requeridos para la siembra, asistencia, recolección y cultivo de la yuca.
Por tanto, será el empleo el mayor impacto que este polo de desarrollo generará en Sucre, habida cuenta que la sola producción de yuca industrial que procesará la planta demandará el cultivo de 3000 hectáreas de este tubérculo, para lo cual se van a requerir 1000 empleos directos permanentes, además de los 70 que se generarán en la parte administrativa y operativa de la factoría, localizada en el eje vial Corozal- Sincelejo.
Levantada sobre un lote de 25 hectáreas, de las cuales 20 se utilizarán para investigación agrícola y ceba intensiva de ganado para aprovechar los subproductos del proceso de almidones, planta de tratamiento de aguas residuales ambientalmente amigable, subestaciones de gas y electricidad, la construcción de la Planta de Almidones de Sucre por parte de la empresa brasilera EBS, demandó una inversión total de 26 mil millones de pesos y está diseñada y construida para doblar su capacidad con la adquisición de los equipos necesarios y una línea de producción paralela a la actual.
Cuanto ahora se impone, es que a quienes les corresponde administrar este polo de desarrollo regional se apliquen de forma transparente y eficiente a la tarea de consolidarlo y hacer de la Planta de Almidones de Sucre, ADS, el punto de arranque de una verdadera agroindustria liderada por los sucreños, tanto en la parte de inversión de capital como en la gestión administrativa, operativa y de recurso humano.
Desde EL UNIVERSAL, damos a los sucreños nuestra más cálida voz de aliento con motivo de este emprendimiento, a la vez que invitamos a otros sectores económicos, el ganadero especialmente, a desarrollar en sus respectivos gremios proyectos similares, tan benéficos a la región como a sus intereses.
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