martes, 15 de septiembre de 2009

Más vale tarde que nunca

Gabriel Harry H.

El Colombiano, Medellín

Septiembre 15 de 2009

El destape que nos toca aceptar por estos días, de boca de ex presidentes de la República y ex ministros, es la prueba reina de la tolerancia que existía y que llevó al país a acrecentar sus males por falta de responsabilidad de los mandatarios, algunos de ellos críticos insaciables, en contra del Presidente Uribe Vélez, gobierno que no ha calculado su desgaste político para que todo salga a la luz pública.

Al observar el bochinche que se forma cuando van saliendo acusaciones a diestro y siniestro, piensa cualquier paisano desprevenido que la responsabilidad de los ex presidentes es grande y es por eso que todos los áulicos de esos mandatarios son los que por medio de tribunas de opinión, que hoy tienen, atacan sin clemencia al Presidente y su gobierno. Decían los viejos: "la mejor defensa es el ataque".

Nunca antes, o al menos en los últimos 50 años de tolerancia, habíamos tenido un gobierno capaz de dejar destapar oportunamente todo lo que en estos siete años se ha destapado, que se considera, es una verdadera hecatombe. Solo con un mandatario honesto, decidido y con valor civil, saldremos del hueco negro de donde nos habían dejado.

Va quedando claro que el doctor Uribe Vélez ha tolerado que lo maltraten injustamente, pero también va quedando claro que era la única forma de conocer la tolerancia que algunos predicábamos. El país sufre un desgaste grande, el Presidente recibe cargas pesadas de una oposición con rabo de paja, basta observar que todos los días sale a la luz pública un acontecimiento, que habiéndolo revelado oportunamente, otro sería el cantar.

Colombia, país increíble, que ha sido capaz de soportar la insensatez de algunos gobernantes, hoy tiene un mandatario que se la juega por sacar al país adelante, soportando todos los ataques de una oposición desbordada, disparando por todos los flancos, buscando con ello tapar un pasado oscuro, que quisieron encubrir, asunto difícil, cuando está en juego el poder, por muchos anhelado.

El juego está echado, aprovechemos para que el destape sea claro, honesto, sin límites, asumiendo los riesgos, para poder tener un país mejor, unas instituciones transparentes, una justicia sin presiones, el manejo de la cosa pública abierto y así asumir la responsabilidad que todos tenemos con las generaciones por venir.

Las ansias por el rating que demuestran algunas cadenas o medios, hay que saciarlas, pues a base de sensacionalismo vamos llevando a Colombia, con el libertinaje, no a una hecatombe, sino a la destrucción institucional total, tal vez lo que algunos pueden preferir para evitar el doloroso destape cruel de 50 años, no de soledad, sino de tolerancia. Es tiempo de evitar males peores, con el concurso de todos, ayudemos, para que el país sea el que nos merecemos.

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