miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ruptura criminal

Froilán A. Barrios

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1833221.asp
Septiembre 2 de 2009

La reciente decisión del Presidente Chávez antes de partir a la reciente reunión de UNASUR, de romper definitivamente relaciones con Colombia por la asistencia militar de EEUU a 6 bases militares colombianas, tiene un efecto de destrucción del empleo en la región andina, específicamente entre Colombia y Venezuela. La interrupción abrupta del intercambio entre los dos países representa para Venezuela la pérdida de 30.000 empleos y para Colombia la cifra supera los 400.000 empleos, según cifras de Fedecámaras Táchira. Además implica la afectación de mas de 2000 empresas pequeñas y medianas que prestan servicios al comercio binacional y de manera indirecta afecta al turismo generador de miles de empleos adicionales. Para el pueblo venezolano además de la pérdida de empleo, significa mayor inflación, ya que traer productos a miles de kms. de Argentina a Venezuela, significará duplicar la inflación que ya ha destruido en demasía el poder adquisitivo del trabajador en nuestro país.

Este nuevo capricho del Presidente Chávez fractura una relación económica y social que data del siglo XIX, consolidada en el siglo XX con el Pacto Andino acordado en 1969, denominado luego Comunidad Andina de Naciones (CAN) en 1996. El curso nefasto se inicia en el año 2006, todos recordamos el envío de tanques y tropas a la frontera con Colombia, decidiendo unilateralmente la salida de Venezuela de la CAN. Decisión que afecta a largo plazo a más de 500.000 empleos directos o indirectos en Venezuela en la relación comercial entre los 5 países componentes de la CAN. Ya que dicha decisión ha significado la migración paulatina a otros países de la CAN con mayor seguridad económica, en este caso Colombia, aunque padece una guerra interna que ya data de 50 años.

En aquella ocasión, la excusa presidencial fue el preacuerdo del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y EEUU.; si fuere así por que ha intentado múltiples veces ingresar al MERCOSUR, donde países como Chile, Argentina, Brasil y sobre todo Chile han suscrito TLC con países del pacifico asiático. O con la Unión Europea?

La salida de la CAN en 2006 no impidió el incremento del intercambio bilateral entre Colombia y Venezuela. Orientado por el gobierno nacional a un proceso de estatización de la agricultura y la agroindustria nacional privada emprendió una feroz política importadora de alimentos y bienes a partir de la billetera petrolera. A tal extremo que Venezuela le vendía a Colombia antes del 2005, 2100 millones de dólares anuales en productos, entre tanto Colombia a Venezuela 1750 millones de dólares, hoy esa relación se ha invertido. Venezuela le compra a Colombia hasta el 2008 unos 7.000 millones de dólares y Venezuela ha descendido la venta a 1100 millones de dólares. Y este año 2009 el promedio de ventas a Colombia por parte de Venezuela apunta a una ridícula cifra de 500 millones de dólares.

Esta tendencia absurda de perder mercados, o establecer intercambios comerciales por razones ideológicas destructoras nuestra economía, ha conllevado entre otras variables que casi un 50% de nuestra población activa se encuentre fuera del entorno laboral, entre economía informal y desempleados. ¿Este el socialismo o la pobreza del siglo XXI? ¿Por qué reafirmar la ruptura de relaciones con Colombia, si en la reciente cumbre de UNASUR del viernes 28-08, se adoptó un documento consensuado con relación al acuerdo colombo-norteamericano de las bases militares?

Definitivamente el Presidente Chávez necesita de la conflictividad, así sea artificial para mantener en ascuas a un pueblo decepcionado con su funesta gestión.

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