viernes, 4 de septiembre de 2009

Sin empleo no hay salida

Editorial

Septiembre 4 de 2009

El Colombiano, Medellín

Cuando al presidente Barack Obama le presentaron las cifras que indicaban que la economía estadounidense había tocado fondo y la reactivación se estaba dando antes de lo que se esperaba, respondió, con sagacidad de político pero, sobre todo, con sensibilidad de persona del común que ve las frías cifras de los economistas con el lente de quien tiene calor humano en la sangre, que sólo podría hablarse de superar la crisis cuando se recuperaran los empleos, y la gente más necesitada tuviera nuevamente ingresos.

Lo mismo debemos decir en Colombia. Ninguna noticia sobre la economía es suficientemente buena si las cifras de desempleo no muestran mejoría. Es más, suenan paradójicas y amargas las informaciones simultáneas de que mejoran las rentabilidades del sector financiero y que el desempleo nuevamente aumentó a nivel nacional.

El indicador de empleo es la cifra de la verdad en una economía. En ella se encuentran las dinámicas económicas, de una parte; y las necesidades sociales, de otra. Una mala cifra de empleo no puede ser contrastada con una buena de crecimiento o rentabilidad. Simplemente, si no se mejora en calidad y cantidad del empleo, estamos perdiendo el año en la asignatura de equidad e inclusión social.

El problema es generalizado. Hace unas semanas la Organización Internacional del Trabajo, OIT, convocó a un Pacto Mundial para el Empleo. La OIT señala, con razón, que el desempleo no puede ser una respuesta de las empresas para evitar la crisis, sino lo contrario, que mantener los empleos es parte de las cosas fundamentales para poder salir de ella.

Los indicadores de desempleo están en niveles que no se veían desde hacía más de dos décadas. España llegó a un inquietante 18 por ciento. El doble del promedio de países europeos. Irlanda está en el 12 por ciento. En todos los países de la OECD los niveles alcanzados no tienen precedentes. Lo destacable es que, en casi todos los casos, el desempleo empezó a estabilizarse o a reducirse levemente.

Los datos en Medellín siguen siendo preocupantes. El nivel de desempleo del 15,2 por ciento en el promedio trimestral indican nuevamente un leve aumento. No obstante, la economía de la ciudad metropolitana creó 84.000 empleos, pero la reducción en los ingresos hizo salir a buscar trabajo a más personas que antes permanecían en el hogar o estudiaban.

La ciudad sigue teniendo como su gran reto la generación de empleos productivos y formales. Sin duda, vamos bien en exportaciones, crecimiento, innovación, diversificación productiva. Pero nada de eso es suficiente si, como señala Barack Obama, seguimos sin avanzar en el indicador clave: el empleo.

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