Septiembre 14 de 2009
En Bariloche no van a parar los problemas y los ataques para Colombia, ya que hay que tener en cuenta que estamos lejos todavía de unirnos a la corriente socialista que recorre el continente, y que si mis apreciaciones no me fallan, vamos a tener Uribe para rato.
Yo no sé qué pudo ver cada quien en el Unasur Reality Show de hace algunos días, pero yo sí les voy a contar lo que yo vi.
Lo primero sea advertir que este tipo de transmisiones son inconvenientes para el grueso del público televidente, pues eso de sentarse a resolver cómo se evita, o cómo se hace una guerra continental, tomando Coca Cola y comiendo papas fritas con la mano, aparte de los nervios, deja mucho qué pensar.
Cómo se vería de raro esto, que nuestro amado presidente, que jamás ha pasado bocado frente a ninguna cámara de televisión, ni en los largos y tediosos consejos comunales que ha realizado cada sábado ininterrumpidamente durante los pasados siete años, curiosamente resolvió entrarle a las papitas fritas con Coca Cola en Bariloche, descache impensado en el que también pudo llegarle el contagio de la gripa esa que ya no permiten llamar porcina, la que seguro se le prendió por juntarse a puerta cerrada con tanto cerdo salvaje.
Yo creo que a Álvaro Uribe presidente, aparte del incidente de las papas fritas y la gripe, le fue muy bien allá, pues ante tanta chabacanería y tanta mala educación a tan alto nivel, nuestro mandatario brilló por su buena educación y sus impecables modales al mejor estilo que señala el manual de Carreño.
Por lo demás, es bueno advertir que al presidente Correa con esa camisa no lo dejarían entrar ni al baile de máscaras y carnaval del Club Manizales, y a Evo tampoco, aunque la máscara que siempre lleva a estos ágapes es buena, pero no así el castellano, el que se le entiende más al presidente del Brasil que no lo habla.
Si yo fuera boliviano, pagaría escondederos a peso cada que este hombre saliera por ahí a hablar en nombre de mi país. ¡Qué vergüenza!
Michelle Bachelet junto a Álvaro Uribe, salvaron la cara de esta reunión, la que repito no debe volver a televisarse entre otras cosas porque, dentro de poco no va a haber pantalla, por gigante que esta sea, que pueda abarcar completo al presidente Alán García, el que al parecer se está tomando la sopita diaria con mucho fundamento.
Cristina Fernández, aparte de haber sido la primera en separar la calefacción en el recinto del protocolo, (protoculo diría yo), se quitó la chaqueta en aras de poder presidir con más frescura la importante reunión, a lo que de inmediato fue penosa y visiblemente llamada al orden por su propia jefe de protocolo. Eso, y que no le luce para nada ser el blanco de los piropos de Chávez y Correa en una reunión de semejante calibre, requiebros tan chanflones como sus protagonistas y la propia reunión.
Aquí sólo se salvaron Colombia y Chile, como ya lo he señalado, porque al presidente Fernando Lugo del Paraguay le pesan demasiado sus abusos sexuales del pasado escondidos detrás de una sotana arzobispal, y al de Uruguay, Tabaré Vásquez -un presidente con nombre de director técnico de una selección nacional de fútbol-, sólo le hizo falta el pito y las tarjetas amarillas para amonestar a más de uno de sus desenfadados compañeros.
He dejado para lo último al presidente Lula, al que quizá pudimos observar fue el más incómodo con la poca delicadeza y la inmensa falta de respeto con que lo trataba su homólogo venezolano, y también, con la desorganización que reinó durante el todo desarrollo de la importante reunión.
Este último (Chávez), que no merecería ningún comentario de mi parte, me parece que no se portó tan mal, no obstante tener la cara dura de presentarse allí con un documento bajado de Internet (el libro blanco) con el cual no hizo otra cosa más que confirmar porque cada que abre la boca sube el precio del pan en Venezuela, eso junto al poco temor que le inspira Dios, porque menos temor le tiene al ridículo internacional del cual es primer protagonista.
Resumiendo entonces lo sucedido en este último show mediático -en donde sólo le faltaron al trío diabólico conformado por Evo, Chávez, y Correa, el destronado sombrerón Zelaya, y ese dechado de virtudes escatológicas llamado Daniel Ortega-, sólo me restaría anotar que, a pesar de que al presidente Uribe le fue bastante bien, y esto lo confirma la declaración final de todos los participantes en Bariloche, ahí no van a parar los problemas y los ataques para Colombia, ya que hay que tener en cuenta que estamos lejos todavía de unirnos a la corriente socialista que recorre el continente, y que si mis apreciaciones no me fallan, vamos a tener Uribe para rato, pues aunque lo advirtió el presidente Lula en su momento, estas reuniones televisadas abren las puertas para que cada presidente hable sólo para sus electores, y en el fondo y de verdad, los electores y partidarios de Álvaro Uribe, le pusimos mucho cuidadito.
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