martes, 11 de agosto de 2009

Competencia del presidente

Por Ramiro Andrade Terán

El País , Cali

Agosto 11 de 2009

La Constitución establece que el manejo de las relaciones exteriores de nuestra Nación es de exclusivo manejo del presidente Uribe y de su Ministro de Relaciones. Eso no parecen conocerlo importantes figuras de la política nacional, como el ex presidente Samper, a quien ‘llamaron’ a Caracas para una entrevista con Chávez en un momento muy álgido en las relaciones de dos naciones. Que parecen destinadas a vivir en un ambiente de recelo, desconfianza, amenazas frecuentes de altas autoridades vecinas y toda suerte de medidas que -en la actualidad- lesionan el comercio. Liberadas por Bolívar y con un largo historial de vecinos. Esa intromisión de tirios y troyanos en frecuentes problemas de Colombia con el presidente Chávez, el presidente Correa, Evo en Bolivia y -con los ojos puestos en San Andrés- el presidente Ortega, ha hecho que la situación haya llegado a niveles muy críticos. Esto, con la intromisión de políticos que tratan de sacar provecho de esa mala hora de Colombia y de sus cuatro beligerantes contradictores.

Como en el poema de Zalamea: “Crece la audiencia”. Ahora, esa situación tan negativa se incrementó con la autorización del Gobierno colombiano para que Estados Unidos utilice nuestras bases aéreas para la represión del narcotráfico y grupos armados. De inmediato, en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua se habló que EE.UU. “instalaría bases militares en Colombia”, algo inexacto. Se trata de utilizar las ya existentes en una acción conjunta contra el narcotráfico y los grupos armados irregulares, según las informaciones aclaratorias del presidente Obama, el 7 de agosto en una rueda de prensa, y de nuestro presidente Uribe, en su viaje por los países del sur del continente, con excepción de Venezuela y Ecuador.

Es evidente que alguien de peso, poder y recursos está en intención de alterar la presencia gringa en nuestras bases aéreas, al fabricar ese burdo montaje para intentar hacerlo tragar entero en el continente. No fue así. Pero quedó al descubierto la intención de hacer daño irreparable a Colombia. Que está en la mira de Chávez y sus socios.

No es muy agradable que en nuestro país aumente la presencia de fuerzas norteamericanas y da lástima que la intención agresiva de algunos países suramericanos haya provocado esa situación. Colombia está en el derecho de defenderse de una conjura tan obvia como la que se ha denunciado. Para eso hay que rodear sin reserva alguna al presidente Uribe.

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