Por Bernardo Rivera
Agosto 13 de 2009
Y que el conocimiento requiera de talento humano formado para su gestión, tampoco. Ambos elementos, el conocimiento y sus gestores, constituyen la esencia de una Universidad que, como la colombiana, se sustenta en tres pilares fundamentales: la investigación, la docencia y la proyección social.
Es decir, el conocimiento se crea y recrea permanentemente para promover la formación de hombres y mujeres actualizados y competentes, y ser apropiado por la sociedad en sus distintas instancias.
La investigación y la consecuente innovación hacen la diferencia entre un país desarrollado y uno que no lo es. Por eso hoy, más que nunca, se reconoce y reitera: la riqueza de un país es el conocimiento y el talento humano capaz de gestionarlo.
Lógicamente, el avance de la ciencia depende del número de investigadores que posee un país y de los recursos suficientes para que éstos se puedan dedicar a su tarea. Seguramente que desde el Gobierno se han tomado importante medidas coyunturales para reactivar la economía.
No se entiende, sin embargo, que el esfuerzo en educación se centre en promover la matricula de los jóvenes en los programas técnicos y tecnológicos para reducir la presión sobre el empleo. Porque al final de la crisis, cuando las condiciones económicas evolucionen favorablemente, los países, como en los caballos, estarán en el partidor automático buscando las primeras posiciones del mercado mundial.
Colombia, si no quiere quedar rezagada en esa carrera desenfrenada de la competitividad, necesitará de un conocimiento que soporte nuevas actividades productivas y un talento humano de superior calidad, con competencias para hacer empresas basadas en conocimientos.
Con criterios anticipatorios se debe aumentar la inversión en ciencia, tecnología e innovación en aras de generar la tecnología necesaria para mejorar la competitividad, defender los productos en el mercado nacional e internacional y superar la crisis.
¿Por qué no aprovechar a los profesionales que están quedando en vacancia para promover su formación posgraduada y prepararlos para que orienten los procesos productivos postcrisis? Pero apoyándolos para su formación y los trabajos de grado que se deriven porque si, además de desempleados, se les obliga a pagar sus matrículas, difícilmente vamos a lograrlo.
En ese sentido se pronunció recientemente
Para formar 700.000 nuevos investigadores en Europa,
En ese mismo sentido se expresó
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