viernes, 21 de agosto de 2009

Encerrona en Bariloche

Por Lionel Moreno Guerrero

El Nuevo Siglo, Bogotá

Agosto 21 de 2009

PARA el próximo viernes, 28 de agosto, está convocada una reunión en Bariloche de los presidentes de los países miembros de Unasur, la Unión de Naciones Suramericanas, con el objetivo expreso de oír las explicaciones del presidente Uribe sobre el convenio entre Colombia y los Estados Unidos para la utilización de algunas bases militares. Esta convocatoria se hizo ante la negativa de Uribe a asistir a la reunión de Unasur en Quito, dado que no existen relaciones diplomáticas entre ambos países, la actitud manifiestamente hostil del presidente Correa hacia Colombia y, probablemente, por considerar Uribe que sería objeto de una “encerrona”, es decir, sería sometido a los ataques, abierto de algunos, disimulado de otros, de la mayoría de los asistentes. No se ve por qué en Argentina la situación sería diferente. Si en Quito no hubo condena expresa a Colombia fue para atraer al Presidente colombiano a un nuevo encuentro. Chávez, Correa y Evo se irán lanza en ristre contra el contubernio entre Colombia y el Imperio.

Fernández repetirá que “es un elemento extraño la presencia de tropas extrarregionales y esto no ayuda a disminuir las tensiones en la región”. Lula (complacido de que deba explicarse a Brasil lo que los otros países hacen) y Bachelet manifestarán preocupación por la posibilidad de que Estados Unidos pueda usar las base militares colombianas, pero reiterarán su respeto a los asuntos internos de otros países. Uruguay y Paraguay (donde los Estados Unidos pueden utilizar la base Mariscal Estigarribia, cercana a las fronteras de Brasil, Argentina y Bolivia) no dirán mucho, como tampoco Guyana o Surinam. Sólo Perú vendría en nuestro apoyo.

Es cierto que Colombia manifestó que esta reunión no implicaba condición para el acuerdo con los Estados Unidos y que pediría incluir en el temario el tráfico ilegal de armas en la región, los convenios militares de otras naciones -como los de Venezuela con Irán-, el armamentismo de algunos (Venezuela) y el apoyo a la guerrilla colombiana (Venezuela y Ecuador). No se ha informado de la inclusión de estos temas en la agenda, la que se desconoce. Esperamos que el temor de nuestro Presidente a parecer aislado en la región no lo haga caer en la trampa que evitó en Quito. No debe descartarse el consejo de Chávez a Uribe de que “se baje del tren” de Unasur. Chile se retiró del Grupo Andino cuando consideró que su política de economía de mercado era interferida por el proteccionismo del grupo y su inclinación socializante a imponer una planificación obligatoria regional (casi nadie se acuerda de esto hoy) al querer decidir por mayoría lo que cada país debería producir o no producir.

Por otro lado, queda la sensación de que el peso de defender el convenio ha quedado sólo bajo la responsabilidad de Colombia.

¿No son parte los Estados Unidos de este acuerdo?

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