Por Eduardo Mackenzie
8 de junio de 2009
Buenos son los resultados de las elecciones europeas para los intereses de Colombia. Los partidos de derecha ganaron ayer en Francia, España, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Austria, Hungría y Bulgaria. Líderes moderados y conocedores de la política colombiana, como Merkel, Sarkozy, Rajoy y Berlusconi, ganaron con creces en sus respectivos países. Los votos obtenidos por sus formaciones políticas constituyen un verdadero sismo para la visión que impulsan sus adversarios izquierdistas.
En Alemania, la CDU/CSU de Angela Merkel obtuvo el 39% de los votos, mientras que la oposición socialdemócrata (SPD) sólo alcanzó el 20%, el resultado más bajo de su historia. La extrema izquierda, Die Linke, obtuvo un magro 7,6%, mientras que los liberales (FPD) obtuvieron el 11% de los votos.
En Francia, la UMP del presidente Nicolas Sarkozy obtuvo el 28,5% de los votos. El segundo lugar se lo disputan Europa Ecología (de Cohn-Bendit), con 16%, y el Partido Socialista (de Martine Aubry), con16%.
En España, el opositor Partido Popular de Mariano Rajoy, obtuvo el 42% de los votos, frente al 38% de los socialistas dirigidos por el primer ministro Rodríguez Zapatero.
Generalmente activos e influyentes cuando se trata de impulsar cruzadas de propaganda contra el gobierno y las fuerzas militares de Colombia, los partidos europeos de izquierda, sobre todo las formaciones socialistas y comunistas, fueron realmente castigadas ayer por el electorado en todas partes, principiando por España, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y Polonia. No es un secreto para nadie el apoyo discreto que el Partido Socialista francés le brinda a los activistas del Polo en París y a las iniciativas de Piedad Córdoba. Los comunistas franceses no se quedan atrás y hasta llegan a ser más agresivos que los otros en sus campañas de prensa contra la política de la seguridad democrática y contra el presidente Álvaro Uribe.
En los últimos años, las redes pro Farc y pro Eln también encontraron eco y ayuda en organismos extremistas de los países donde la izquierda fue derrotada. El caso más conocido quizás ocurrió en Inglaterra, donde una galaxia de grupos minoritarios montó en 2007 una agitación que llamó “Justice for Colombia”, la cual pretendía presionar a Londres para que retirara su ayuda militar a Colombia. Con el triunfo de los conservadores y la derrota del laborismo y de las fracciones más sectarias de la izquierda británica, los agentes anti-colombianos están allí cada vez más aislados.
Otras redes susceptibles de ayudar a las Farc y al Eln, como las organizaciones trotskistas y de izquierda extrema, no lograron avanzar, como lo esperaban, en los grandes países. En Francia, el Nuevo Partido Anticapitalista de Olivier Besancenot, obtuvo el 4,9%, mientras que los comunistas aliados al grupo del ex socialista Jean-Luc Melenchon, obtuvieron el 6,7%.
El auge relativo de los partidos verdes, sobre todo en Francia, donde Europa Ecología fue la gran sorpresa del día, acaparó muchos votos que hubieran podido ir a los grupos de la izquierda parlamentaria y a las formaciones de extrema izquierda. Sólo en Dinamarca, Suecia y Grecia, la izquierda ganó las elecciones europeas. En Dinamarca y Suecia hay grupúsculos que recogen dinero y hacen filmes pro Farc.
El líder verde Daniel Cohn-Bendit humilló al partido socialista a quien le disputó el segundo lugar en los resultados, algo jamás visto. Si bien es cierto que Cohn-Bendit incluye en su coalición al extremista José Bové, quien pedía hace unos años “aislar a Colombia como a Sudáfrica en los tiempos del apartheid”, el ex líder de Mayo 68 es muy distinto de Bové y es visto, por el contrario, como un europarlamentario que no se niega a votar propuestas liberales. A Cohn-Bendit le reprochan los socialistas y los centristas de François Bayrou, otro gran perdedor de ayer, su pragmatismo y sus contactos con Nicolás Sarkozy y su disponibilidad para respaldar incluso algunas reformas de éste.
La elección de ayer confirmó la mayoría y aumentó el peso de los partidos de centro-derecha en el parlamento europeo. El reparto de grupos quedó así: Partido Popular Europeo: 267 escaños. Socialistas Europeos: 159 escaños. Demócratas y Liberales: 81. Verdes: 51. Europa de Naciones: 35. Izquierda unitaria: 33. Independencia Democracia: 20. Otros 90. Para un total de 736 eurodiputados.
La otra gran lección que se desprende de estas elecciones europeas es la abstención. El promedio en los 27 países de la Unión Europea fue del 57%. En Francia, la abstención fue incluso más alta: 59 %, lo que constituye un record histórico pues nunca antes tal índice había alcanzado allí esas proporciones (en 2004 fue de 57%).
Este alto índice de abstención confirma un hecho: el parlamento europeo es un objeto político muy particular: sus miembros no son elegidos ni por la mitad del electorado. Eso les resta credibilidad al momento de actuar dentro y fuera del continente. Ello quiere decir que cuando lleguen de nuevo eurodiputados a Colombia a pedir con cajas destempladas cuentas al gobierno y a la sociedad, las autoridades y las instituciones podrán frenarles esas ínfulas y pedirles más modestia, recordándoles su representatividad relativa y el reducido apoyo que reciben las formaciones de donde ellos vienen.
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