martes, 2 de junio de 2009

Las pataletas de Pastrana

Por Ricardo Buitrago C.

El Heraldo, Barranquilla

Junio 2 de 2009



Los niños suelen hacer pataletas para atraer la atención y lograr sus caprichos. No se crea, sin embargo, que algunos adultos no las tengan también, y por las mismas causas: frustraciones y falta de control sobre el entorno. ¿No es ese acaso el proceder que adopta un personaje de la talla del ex presidente Pastrana? Cual chiquillo malcriado, irrumpe periódicamente con rabietas y desplantes peleando contra el mundo. Tristemente termina a veces regañado o ignorado, haciendo pucheros.


Y todo, quién lo creyera, por el resurgimiento del Partido Conservador. El ego le carcome sus entrañas por no haber sido él protagonista del despertar godo. Lo lograron, solo siendo coherentes en sus políticas y en su sentido de colombianidad. Apartaron vanidades y se sumaron a un proyecto de gobierno concordante con su ideología y postulados.


El conservatismo se sintió representado en Uribe, así no haya emergido de sus huestes. Coincidentes con él en principios, su ideario tuvo cabida en las actuaciones de gobierno. Hoy el partido, fortalecido y consolidado se erige como la primera fuerza electoral del país.


No obstante, no hay dicha completa. Pastrana, en contravía de la colectividad azul, viene haciendo desplantes en busca de recuperar la figuración perdida por su torpeza y falta de olfato político cuando decidió distanciarse del gobierno.


Las infundadas críticas al ejecutivo por la contratación de una consultoría externa para la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, de la cual se marginó, fue una de sus sonadas rabietas.


Otro berrinche se lo hizo a su propia colectividad. Inexplicable actitud. Porque, el que sus miembros no se hayan prestado para ser cómplices en los ataques indiscriminados al gobierno en busca de intereses personalistas de resurgimiento no es razón válida y coherente para arremeter contra la dirección del partido, su moral y sus principios. Pero lo hizo.


Como seguidor suyo, la última pataleta, pena me dio. Alegó parcialidad de magistrados de la Corte Constitucional para revisar la legalidad del referendo reeleccionista. Según él, hay dentro de la corporación algunos de bolsillo del gobierno que le abren camino. Esa actitud irrespetuosa, perversa e impropia de un ex Jefe de Estado de sus quilates es más desestabilizadora de las instituciones que la reelección que él, bajo ese supuesto combate.

No soy de los que piensan, como lo afirmaba López Michelsen, que los ex presidentes sean muebles viejos. Pero tampoco, que Andrés, desde el pedestal que le ayudó a labrar su partido, pontifique y meta baza atentatoria a la unidad conservadora. Por desgracia, ya suenan alarmas divisionistas.


Pastrana escribió un capítulo en la historia de Colombia. El país sabrá calificarlo. Yo, lo valoro importante. Ahora se edita uno diferente y quienes llevan las riendas de la colectividad, partícipes por demás en su redacción, buena caligrafía están demostrando tener.


Ah, se me olvidaba: el que el partido mantenga su compromiso con la historia de respaldar la continuidad de un proyecto afín con su ideario y que salvó al país de una debacle, no es falta de vocación de poder. Es grandeza.

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