Diario de América
Junio 9 de 2009
El objetivo de este escrito es mostrarle a todos aquellos que quieran ver, oír y divulgar, la tesonera lucha que el comisario Simonovis ha dado por su libertad y al mismo tiempo por la de sus compañeros de destino.
Con pausa e inteligencia ha ido escribiendo cartas, documentos, dado entrevistas, declaraciones, basado en su conocimiento de la ley en las que aduce las razones por las cuales es un crimen el hecho de estar condenado a 30 años de prisión, mediante un juicio totalmente viciado, en el cual una juez parcializada produjo una sentencia irrita, sino también el impacto que semejante juicio ha traído a las esposas e hijos de los presos políticos.
En este caso hay que hablar sobre lo que Simonovis manifiesta en la carta mencionada en el epígrafe:
- Hace una descripción de las condiciones severas en las que se encuentra prisionero, que solo tiene acceso a la luz del sol durante dos horas cada dos semanas. De lo restringido de las visitas familiares
- De las persecuciones y acosos a los que han sido sometidos su esposa e hijos, las amenazas de las que han sido objeto.
- De las luchas que su esposa, hijos y demás familiares libran cada día, no solo para enfrentar las condiciones políticas en un país en el que la justicia ha sido secuestrada, la adversidad dice presente diariamente, sino también a las diferentes violaciones a los derechos humanos en nuestro país.
- Refiere que tanto los prisioneros, como sus familiares y defensores han acudido a todas las instancias nacionales e internacionales, para que su caso sea conocido. Pero los ciudadanos sabemos la lentitud de acción de esos organismos y que muchas veces lo único que se sabe sobre los resultados de tales gestiones es su desconocimiento por parte de las autoridades venezolanas.
El Comisario muestra preocupación por las posibles consecuencias negativas que su carta para el Parlamento Europeo pueda traerle a él y a su familia, pero aún así tiene el arrojo de no darse por vencido, de seguir luchando, de dar un buen ejemplo de valentía y de respeto por las instancias regulares. La solidaridad nos indica que debemos hacernos eco de su solicitud.
El pasado sábado 6 de junio, el pueblo de Caracas acompaño a los familiares de los presos políticos venezolanos en una nueva gesta a favor de estos ciudadanos que injustamente pagan con cárcel por crímenes no cometidos. La manifestación fue nutrida y hubo por parte de los ciudadanos comunes grandes muestras de solidaridad para con quienes todos sabemos que son inocentes. ¡Prohibido Olvidar! Es la consigna.
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