sábado, 1 de agosto de 2009

Bach, 1750-2009

Por Darío Morón Díaz

El Universal, Cartagena

Agosto 1 de 2009

En Leipzig, en 1749, Juan Sebastián Bach se estaba quedando ciego. En la misma época llegó a Leipzig el cirujano inglés, John Taylor, quien realizaba una operación para eliminar las cataratas.


Bach decidió someterse a la intervención, pero fue un rotundo fracaso. No se conocía la asepsia, el cuidado postoperatorio consistía en aplicar bálsamo del Perú y agua caliente directamente en los ojos, como colirio usaban sangre de paloma, sal quemada, azúcar pulverizada, además de sangría y laxantes.


Finalmente quedó totalmente ciego, con el agravante de una infección en ambos ojos. Las molestias continuaron y más tarde sufrió un accidente cerebral, cayó en coma, y así permaneció diez días y falleció a las 6 de la tarde del 28 de julio de 1750.


Bach nació en 1685 en Eisenach, Alemania. Su padre Juan Ambrosio fue director de música de dicha ciudad. Él enseñó a Juan Sebastian a tocar el violín y el clavecín. En 1695 murió Juan Ambrosio y el niño quedó bajo la tutela de su hermano Juan Christoph, éste le enseñó a tocar los instrumentos de teclado, el órgano y el clave.


Bach, aún niño, tuvo algunas dificultades con Juan Christoph de acuerdo a la siguiente anécdota: “El hermano le prohibió, sin motivo, utilizar un cuaderno que contenía piezas para clavicémbalo de los maestros más famosos de aquel tiempo: Froberger, Kerll, Pachelbel. El cuaderno era guardado en un armario cerrado cuya puerta tenía una rejilla. En la noche, Juan Sebastián metía sus pequeñas manos por ella, doblaba el cuaderno y lograba sacarlo. Escondido y a la luz de la luna lo copió íntegramente, en seis meses ese tesoro musical estaba en su poder. Intentó utilizarlo, pero su hermano se dio cuenta y le arrebató la copia”.


De la extensa obra musical de Bach puede afirmarse que es considerada: “como la cumbre de la música barroca, de la música universal y del pensamiento musical occidental, por su profundidad intelectual, su perfección técnica y belleza artística”.


Vivió en una época en que la sociedad alemana estaba bajo la influencia de la religión luterana y calvinista, circunstancias que incidieron en el ambiente intelectual y musical. Era una sociedad cortesana, el poder casi omnímodo de los príncipes y señores situaban a los músicos y compositores en una condición de siervos. En 1717, murió el Maestro de
la Capilla de la corte, Bach solicitó el puesto vacante, pero el duque Wilhelm Ernst no lo complació. Bach, decepcionado, renunció a la corte.
Más tarde el príncipe Leopoldo de Anhalt-Cothen lo nombró como Maestro de Capilla. El príncipe apreciaba su talento, le pagaba bien y además podía componer. Las obras de Bach de este período fueron: las Suites orquestales, las seis Suites para violoncelo solo, las Sonatas para violín y los Conciertos de Bradenburgo.

Bach fue el maestro del arte del contrapunto, es considerado el más grande compositor de todos los tiempos. Fue la fuente de inspiración e influencia para otros compositores: Mozart, Beethoven, Schoenberg, Brahms, Strauss y Shostakovich. La mayoría de los compositores le han rendido su tributo de admiración en una forma u otra.

*Médico cardiólogo. Ex Director de EL UNIVERSAL. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia.

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