Por Jaime Alzate Palacio
Agosto 1 de 20009
Chávez se está aprovechando del reclamo, más que justificado como todos los que hemos tenido que hacerle, para tratar de tapar sus culpas.
Esto que diariamente nos pasa en nuestro país, realmente es cosa de no creer. El martes en la tarde volvimos a tener que sufrir otra de las andanadas del grosero bocón contra Colombia y nuestro presidente, de la misma altura de vulgaridad a la que nos tiene acostumbrados. Además, lo que dijo el Ministro de Relaciones de Israel, a quien le tocó coincidencialmente esta nueva arremetida del primate durante su visita a Colombia, de que ese señor Chávez decía cosas muy extrañas fue la confirmación de lo que todos sabemos de sobra acerca de su total falta de juicio. He conversado con amigos de países vecinos durante estos días y lo único que pueden comentar es que este individuo está loco de remate, y que sienten mucho lo que le está pasando a una nación tan importante como es Venezuela en manos de tal imbécil.
Realmente no creo que valga la pena gastar más adrenalina ante el gobernante de los vecinos, porque el mundo entero ya lo conoce suficientemente, y aunque sin duda es más peligroso que una cascabel en los calzoncillos, lo mejor es no seguir dándole papaya e ignorarlo hasta donde más se pueda, para ver si su prepotencia se le disminuye en algo.
Pero, aprovechando esta nueva coyuntura, sí me veo en el deber de decirle a un grupo de poderosos industriales y a una manada de políticos inútiles que es hora de dejar de llorar y lamentarse pensando en solo su bolsillo, pidiéndole al gobierno que se arrodille ante los ataques del gorila. A pesar de mi poca afinidad con el ex presidente Gaviria debo reconocer que su comportamiento en esta crisis es digno de elogio, así deberían reaccionar todos los que sienten que la patria está, como decía Benjamín Herrera, por encima de los partidos.
Nadie duda que la situación es difícil y peligrosa, pero mucho peor lo será si no enfrentamos con valor y orgullo a una manada de funcionarios de un gobierno de sainete que, como marionetas baratas, son incapaces de enfrentarse a quien está llevando su patria al desastre final.
Cómo puede ser posible que personajes como
Tengo que reconocer que hasta el momento la mayoría de los medios de comunicación se han portado a la altura de las circunstancias, han sido prudentes, evitando, sin dejar de informar y de opinar, el darle más coba al coronel. Chávez se está aprovechando del reclamo, más que justificado como todos los que hemos tenido que hacerle, para tratar de tapar sus culpas, al suministrarle armas mortales a los narcotraficantes terroristas de las Farc cuyos criminales ataques son conocidos y repudiados por el mundo entero. Se exceptúan, claro está, los siniestros compinches de Ecuador, Nicaragua y Bolivia, a los cuales ahora se les ha unido “el llanero solitario”, que no se quita el horroroso sombrero, en un alarde de pésima educación, ni para ir al baño.
Definitivamente, Dios los hace y ellos se pegan.
Ahora tenemos que esperar para ver con qué se nos viene el señor Insulza, quien después de haber sido insultado por Chávez con los epítetos más vergonzosos, como quiere ser reelegido para otro período como secretario de
P.D.: Alguien creía que el hospital “Franklin Delano Roosvelt” se había especializado en curar el Sida.
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