domingo, 23 de agosto de 2009

Los consejos de Joseph Stiglitz

Por Andrés Oppenheimer

El Colombiano, Medellín

Agosto 23 de 2009

El premio Nobel estadounidense Jospeh Stiglitz se ha convertido en una suerte de estrella de rock en algunos países latinoamericanos por sus contundentes críticas al capitalismo a ultranza. Pero en una extensa entrevista, Stiglitz me dijo algunas cosas que probablemente no les guste escuchar a muchos de sus admiradores en la región.


Stiglitz, que ganó el premio Nobel de economía en el 2001, y que un año más tarde escribió
El malestar en la Globalización, no se desdice de sus anteriores afirmaciones de que el Fondo Monetario Internacional y las políticas de libre mercado respaldadas por Estados Unidos en años recientes son responsables de parte de la pobreza del mundo, y de la crisis global que nos afecta actualmente


"Soy un crítico de la manera en que se han implementado ciertas versiones del capitalismo'', me dijo el economista, que enseña en
la Universidad de Columbia. Agregó que muchos estadounidenses están repensando el modelo económico de su país, y que existe una creciente preocupación ante la posibilidad de que "intereses especiales ejerzan su influencia para impedir que se realicen las reformas necesarias''.


"En rigor, Estados Unidos no tiene lo que podría llamarse un sistema capitalista puro: hemos estado socializando las pérdidas y privatizando las ganancias'', dijo.


Stiglitz, que fue recibido con alfombra roja por el presidente venezolano Hugo Chávez, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y varios otros líderes que aplauden sus críticas al FMI, parece haber suavizado las de esa institución crediticia con sede en Washington. "El FMI es mucho mejor que en el pasado, sin duda alguna'', me dijo.


Cuando le pregunté qué debían hacer los países latinoamericanos para crecer y reducir la pobreza más rápido, respondió que debían hacerse más competitivos en la economía global. Y contrariamente a lo que suponen muchos de sus admiradores de la vieja izquierda, Stiglitz parece convencido de que la globalización está aquí para quedarse.


"Un aspecto oculto de esta crisis es que, a pesar de ser una crisis financiera, es una crisis económica: marca un hito en la transformación de la economía global, un cambio de las ventajas comparativas'', dijo. ¿Por qué?, le pregunté. Porque el pastel de la economía mundial se ha reducido como consecuencia de la crisis, y habrá mayor competencia entre los países en desarrollo para vender sus productos a los mercados más ricos, afirmó.


Mi opinión: Tras la entrevista, me quedé con la impresión de que Chávez, Kirchner y otros presidentes populistas sacan de contexto a Stiglitz cuando lo pintan como un paladín de la antiglobalización. A juzgar por lo que Stiglitz me dijo, no es nada de eso.


Sabe que la pobreza del mundo se redujo de
40 a 19 por ciento de la población del planeta en el transcurso de las últimas dos décadas, desde que China, India y otros países se insertaron en la economía global. Ojalá que Stiglitz enfatice más este último punto cuando hable ante sus admiradores globafóbicos: posiblemente el premio Nobel dé por sentado que ellos también lo saben, pero en muchos casos no es así.

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