sábado, 1 de agosto de 2009

Que se definan Chávez y Correa

Por Carlos Alberto Giraldo

El Colombiano,Medellín

Julio 31 de 2009

A los presidentes de Venezuela y Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa, los hechos, las circunstancias y la historia recientes los arrearon rumbo a una encrucijada política de la que no van a salir fácilmente si no les dicen al continente y al mundo qué es lo que son y qué es lo que quieren.

Son demasiadas las coincidencias, en documentos, testimonios e indicios materiales, que dan cuenta de su ayuda a las Farc. Y una cosa es que haya identidad y respaldo ideológico-político a la guerrilla colombiana (sus gobiernos se proclaman populares y de izquierda) y otra muy distinta que terminen involucrados en operaciones que directa o indirectamente favorecen el desarrollo y la acción militar de las Farc, en su guerra insurgente contra el Estado colombiano.

Están en su derecho Chávez y Correa si creen -y sueñan- que las Farc pueden refundar el Estado colombiano o inspirar un levantamiento popular en procura de otro modelo de país. Allá ellos. Pero cuando sus gobiernos se descubren tan enredados en la adquisición de armas y en la tolerancia de campamentos subversivos de tránsito, en zonas de frontera, entonces quedan al desnudo intromisiones inentendibles e inaceptables en el conflicto armado interno colombiano.

Lo peor es que Chávez y Correa suelen responder a los indicios serios de su "intervención" con peroratas e improperios del nivel de los pasquines típicos de marcha estudiantil de los setenta: "el imperio", "el lacayo", "la amenaza yanqui", "el riesgo de la revolución continental"... cháchara. ¿Cuándo se les salen a Lula o a Bachelet esas baboserías?

Son tan evidentes las bravuconadas y la "retórica chavista-correísta" (sin un solo argumento serio ni una explicación documentada) que ayer Suecia le reiteró a Chávez la necesidad de que, al más alto nivel, explique el episodio de los lanzacohetes.

Por eso digo, desde el encabezado de este artículo, que Chávez y Correa les deben una explicación al mundo diplomático internacional y a los colombianos sobre si quieren para Colombia una salida política-pacífica o si creen que dejando pasar "fierros" para los frentes guerrilleros nos hacen un favor.

Sin mucho embeleco teórico-político, y al amparo de una sencilla definición de diccionario, los llamamos al orden . Según la Real Academia Española (RAE), definir significa: "fijar con claridad, exactitud y precisión la significación de una palabra o la naturaleza de una persona/ Decidir, determinar, resolver algo dudoso".

Eso queremos que hagan Chávez y Correa, que nos digan cuáles son los alcances de sus palabras y sus actos y cuál es la naturaleza de sus personalidades y gobiernos frente a semejante problemita que lleva por lo menos medio siglo desangrándonos a los colombianos: nuestra guerra interna.

Tanta amenaza convulsa y tanta distracción histriónica lo único que logran es acabar de llenarnos de desconfianza y de preocupación, por lo que puede venir y pasar, si este par de megalómanos no dan, por fin, respuestas serias.

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