martes, 2 de junio de 2009

Dime con quién andas...

Por Gabriel Harry H.

El Colombiano, Medellín

Junio 2 de 2009

Con razón el otrora gran Partido Liberal va camino a la locura y en deterioro permanente, con el manejo que le dan, pues al escuchar al ex presidente Gaviria y a su vocera, Cecilia López, totalmente despistados, dejan mucho qué desear y se les ve un desespero preocupante.

La verdad es que los liberales seguimos vivitos y coleando por fuera de un partido que como se menciona al comienzo, fue el gran partido, que por sus ejecutorias, jefes y participación en la vida de la nación, nos sentíamos orgullosos de pertenecer a él, pero de un tiempo para acá, todo quedó en la historia.

Los que conforman la mayoría liberal, están en los diferentes movimientos o independientes, apoyando el Gobierno de la Seguridad Democrática, tristes y preocupados al ver al ex presidente Gaviria, entregándole gota a gota lo que queda de él, al doctor Gaviria, del Polo, con tal de dar golpes bajos al Primer Mandatario de los colombianos.

¿Por qué cuando fue mandatario de los colombianos, no hizo lo que se debía hacer y toleró, como otros críticos de hoy? Tal vez si hubiera tenido el coraje, el compromiso y la lealtad con el país, lo habría hecho. No fue así y hoy no pasa de ser el crítico a todo lo del Gobierno actual y para escudarse ante su incapacidad y mermado partido, hace pactos con el que le salga al paso, sin considerar el futuro.

El Partido Liberal, siempre considerado de centro -izquierda, con las declaraciones públicas de su presidente, va camino a la pura izquierda recalcitrante, que antes manejaban Gerardo Molina, Gilberto Vieira y otros patriarcas de la época del floreciente comunismo, hoy desaparecido en casi todo el mundo. La izquierda se concentra en el Polo, convirtiéndose en una oposición desesperada por el poder, diferente al comportamiento de los anteriores líderes socialistas y comunistas.

Algún día, ojalá no muy lejano, aparezcan los verdaderos líderes, hoy desaparecidos, para que el Partido Liberal resucite, como el ave fénix, de las cenizas y los que hoy andamos dispersos, regresemos para que unidos en la colectividad, sin amenazar con el trapo rojo, seamos alternativa y poder manejar con altura los destinos de la patria.

Solo ver a los precandidatos del partido rojo, casi 10, con ambiciones de figuración personal más que con el afán de servicio al partido o a la patria, esto solo demuestra el desgaste de sus aspirantes, del partido, sus voceros y el ex presidente Gaviria; ojalá y recapaciten para que su oposición y represalia contra sus copartidarios dispersos, no redunde en la entrega del partido a los verdaderos enemigos.

 

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