Cecilia López Montaño
El Heraldo, Barranquilla
Diciembre 1 de 2009
La Cepal y el informe de la Misión de Pobreza, Mesep, pusieron en la agenda el tema de la desigualdad en nuestro país. La Cepal afirma que Colombia fue uno de los tres países en América Latina y el Caribe, que aumentó la concentración del ingreso en el último período de crecimiento y, por otro lado, la Mesep presentó el índice de Gini para el año 2008, de 0,58, superior al del año 2005, lo que confirma lo dicho por la Cepal. Esta situación es el resultado de un modelo pro-rico, que ha otorgado múltiples beneficios a los más poderosos y ha desarrollado una política social que, lejos de responder por los derechos económicos, sociales y culturales de la población, se limita a una estrategia asistencialista que alivia la pobreza pero no la soluciona.
Gracias al trabajo de Adolfo Meisel y su equipo, ha quedado en evidencia que es el desequilibrio regional el que explica gran parte de este doloroso problema social del país. Han identificado que 3 de cada 4 municipios poseen un índice de necesidades básicas insatisfechas, NBI, por encima del promedio nacional, y que 23 de los 33 departamentos tienen un PIB per cápita por debajo del calculado para el país en el 2005; es decir, el 38,55% de la población, unos 16,2 millones de personas, residen en territorios que tienen un nivel de pobreza superior al promedio del país. Pero es en las regiones costeras donde la pobreza es más grave: en la Región Caribe, en promedio, para el año 2005 era del 63%, y la indigencia del 23%, y en la Costa Pacífica la pobreza y la indigencia, sin incluir el Valle del Cauca, era del 64,8% y del 31,8%, respectivamente.
Frente a esta realidad, los investigadores Adolfo Meisel y Luis Armando Galvis1 han trabajado en el diseño del Fondo de Compensación Regional, un mecanismo que permitiría reducir las desigualdades regionales y que buscaría descentralizar el desarrollo. Según ellos “El Fondo de Compensación Regional es una alternativa que ayudaría a corregir la persistencia de las desigualdades regionales e introduciría mayor equidad al proceso de desarrollo, canalizando recursos hacia las zonas más rezagadas del país”. Afirman que “la disparidad se origina en gran parte por los ingresos tributarios, y con base a la equidad fiscal horizontal se espera que el sistema de transferencias corrija las desigualdades generadas por estos”. Con el Fondo, el Estado garantizaría lo que ellos denominan una equidad horizontal, es decir, los ciudadanos tendrían acceso a un nivel comparable de servicios sin importar el lugar donde residen.
El Fondo le permitiría a los departamentos cuyo porcentaje de Necesidades Básicas Insatisfechas supere en un 150% el índice promedio del país, recibir recursos adicionales para equilibrar su situación social. Con excepción del Atlántico, los demás departamentos de la Región Caribe se beneficiarían, al igual que los de la Costa Pacífica. Se destinaría el 0,3% del PIB anual, y estos recursos vendrían del Fondo Nacional de Regalías o de las utilidades provenientes de concesiones y procesos de privatización.
Si el próximo Gobierno quiere comprometerse con reducir la desigualdad debe asumir el reto de construir el Fondo de Compensación Regional porque de no ser así, Colombia no logrará ni la equidad ni el crecimiento sostenible.
1. Luis Armando Galvis. Adolfo Meisel Roca. Fondo de Compensación Regional: Igualdad de oportunidades para la periferia colombiana. Centro de Estudios Económicos Regionales. Banco de la República. Santa Marta, octubre de 2009.
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